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El juego de las COMPARACIONES
Hay algo que escuchamos a menudo y nos acostumbramos desde pequeños o cuando comenzamos a tener uso de razón, que es COMPARAR entre personas, ya sea porque los protagonistas éramos nosotros o bien entre otra gente, pero lo que está claro que comparar lo absorbemos desde muy temprana edad.
Por lo tanto no es de extrañar que en el período de nuestro crecimiento y luego cuando nos convertimos en adultos, sigamos repitiendo este hábito más de lo que pensamos. Con esto no estoy diciendo que el comparar esté mal o bien, eso al final lo juzga cada uno pero si entraré a valorar lo que nos afecta y daña desde el punto de vista emocional practicar esta rutina de entrar en comparaciones.
Algunos de los aspectos más comunes que solemos poner en el juego de comparar son los logros de los demás con los nuestros, quién es mejor, quiénes tienen más “suerte” y cuáles “mala suerte”, entre otras.
Entrar en el juego de las comparaciones es una auténtica pérdida de energía y a su vez una bomba de tiempo para la autoestima, porque si la comparación cae a nuestro favor subiremos la moral pero si es al revés se nos viene “el mundo encima”. Con lo cual aquí estamos poniendo a nuestra mochila emocional una enorme carga, que puede convertirse en un peso muy grande a medida que vamos caminando por la vida.
Para mí entrar en comparaciones con y hacia los demás es tentarse a perder una gran dosis de energía, la cual es muy valiosa para otros fines que realmente nos interesa pero suele ocurrirnos que cuando la necesitamos de verdad, a ésta la hemos perdido por ejemplo en las comparaciones.
Esta creencia y ejercicio de comparar lo tenemos bien arraigado desde muy pequeños como comentaba en el inicio de post pero si se quiere crecer, subir niveles en nuestra vida y no ser preso de los apegos que provoca comparar, deberemos trabajar para re-programarla o erradicarla.
Ponerte a comparar tus logros con los ajenos es algo que no tiene sentido, es como preguntar quién es mejor ¿el vino o la pasta?. Porque en el ejemplo cada cosa sirve para algo diferente y sus fuentes de elaboración son distintas. Con las personas pasa lo mismo, lo que es un logro para ti puede que para otro no lo sea y al revés. Esto radica porque somos diferentes, nuestra ESENCIA y creencias son distintas, el recorrido en la vida de cada uno no tienen nada que ver y la manera de pensar más distinta aún.
Por esto, comparar un logro tuyo con el de otra persona es absurdo, porque las situaciones y los entornos no tienen nada que ver el del uno con el otro, como los valores empleados en cada acción, por eso para algunas personas sacar el carné de conducir ha sido un logro y para otros un trámite, y ¿quién es mejor de los dos?, no me interesa la respuesta, porque tal vez el primero ha tenido que emplear todo lo necesario para romper sus límites y el segundo tiene un don para eso o se crió en un entorno muy favorable para superarlo sin obstáculos ni miedos.
Buscar comparaciones y querer escuchar a los demás decir que uno es superior a otros, es la búsqueda de un reconocimiento externo, lo cual muestra inseguridad y un apego escondido, porque en el momento que falte ese reconocimiento la moral y la autoestima caerán en picado.
Lo importante es que tu mismo vayas comparando tus propias versiones, crecimientos y aprendizajes, tú compites contra ti mismo para mejorarte y superar obstáculos, conseguir tus retos, logros y objetivos, no necesitas de nadie ni de nada para que te valoren, tú eres el único juez que valorará si lo haces bien o no.
Cuando logres hacer esto, el reconocimiento externo llegará pero no lo tomarás como una necesidad de aprobación si no como un agradecimiento y nada más.
Ser preso de las comparaciones puede llevarte a vivir en una buena “montaña rusa emocional”.
¿Cuánto pesa la mochila que cargas a diario?
El pasado fin de semana volví a ver una película que me gusta mucho por todo lo que me transmite, se llama “Up in the Air” cuyo protagonista es George Clooney e interpreta un personaje muy interesante para mi.
Una de las escenas que más me gustan, es cuando se pone delante de un grupo de asistentes en su curso de formación y les hace una pregunta muy simple: “¿Sus vidas cuánto pesan?”. Luego les invita a imaginar que tienen una mochila sobre sus hombros y que comiencen a cargarla de todo lo que tienen.
Durante nuestro día a día cargamos con una mochila sobre nuestros hombros, no nos damos cuenta del contenido, lo único que sentimos es que a veces pesa más, otra veces disminuye su peso y en otras ocasiones no podemos avanzar debido a la enorme cantidad de cosas que van dentro.
¿Qué contenido puede tener esa mochila?, allí dentro puede haber ¡de todo!.
Si comenzamos a ver lo que hay dentro podemos encontrar emociones intoxicadas, hábitos caducados, cosas materiales que ya no nos sirven, creencias caducadas, amistades que nos contaminan, relaciones por compromiso, trabajos que no se abandonan por miedo a lo desconocido, frustraciones y algunas cosas más que vengan a tu cabeza ahora mismo.
El contenido que lleva cada uno en esa enorme y pesada mochila la defino en una sola palabra, APEGOS. Eso es lo que llevamos, porque nos cuesta enormemente desapegarnos de un montón de objetivos materiales, emociones y pensamientos.
Creemos que si vaciamos la mochila llena de apegos, nos vamos a quedar solos, inseguros y no sabremos hacia donde ir. Pero si te das cuenta que cuanto menos peso lleves en la espalda, caminarás mejor, sufrirán menos tus hombros y columna, tendrás despejada la mente, caminarás erguido y tendrás la mirada bien alta. En cambio con la pesada mochila vas encorvado, de mal humos, cansado, dolorido, la mirada muchas veces perdida, extasiado……….
Cuando caminas los días de tu vida con la mochila cargada de apegos sobre tus hombros no eres libre para volar, primero porque con ese enorme peso es imposible que despegues y segundo si ésta se te pega a la espalda con el pasar de los años, quitártela de encima te será bastante complicado, con lo cual estarás condenado a quedarte atornillado al mismo lugar de siempre, porque a medida que pases los días con esa enorme carga, cada vez te costará más dar los pasos.
Los apegos suelen relacionarse con los objetos materiales, pero considero que estos simplemente son una máscara.
Los verdaderos y más complicados apegos vienen desde los pensamientos y emociones, cuando no crecemos y reprogramamos esto, la mochila se convierte en más pesada y además comienza a aumentar considerablemente su tamaño.
Las creencias limitantes y los hábitos caducados, son elementos comunes dentro de la mochila como también lo es la resistencia al cambio. Negar la necesidad de esforzarte para reprogramarte genera un peso brutal sobre tus hombros.
Otros elementos muy pesados que suele haber en las mochilas de las personas son querer controlar todas las situaciones, no tomar decisiones y dejarlo en manos de las circunstancias para que ella haga lo que quiera, culpar a la mala suerte cuando no salen bien las cosas, esperar que el mundo cambie para ponerte en acción así todas las condiciones del planeta y universo cósmico están a tu favor con el 100% y así tener la seguridad de que todo saldrá excelente sin nada de esfuerzo.
También el no romper con lo conocido cuando aburre y te molesta es una enorme carga para tu mochila, porque esto genera frustración y mediocridad para la vida, con lo cual la grandeza que llevamos dentro cada uno, se va oxidando.
Todos por una cosa u otra llevamos una mochila sobre nuestras vidas, lo importante es saber que cosas pesan más, ver cómo nos la quitamos de encima y resolver cómo podemos hacer el camino más ligero para movernos con libertad y volar sin cargas hacia nuestra PLENITUD.
¿Qué significa SER uno mismo?
Titulo así este post porque es una pregunta que me hacen muy a menudo, además de escucharla y leerla frecuentemente, con lo cual me interesa poder dar algunas respuestas a esta incógnita, que debería ser muy sencilla de contestar por cada persona, pero se ha convertido en algo difícil, sobretodo de aplicar.
Está claro que cada uno de nosotros podemos dar muchas respuestas diferentes sobre esta pregunta, pero lo importante es que cada persona, sienta que su respuesta es la perfecta definición de SER uno mismo, porque no interesa cuál es la afirmación exacta sino conectar con lo que se dice, tenerlo muy claro y llevarla ponerse en acción para SER uno mismo, porque ya saben que a las buenas intenciones se las lleva el viento.
El SER uno mismo está relacionado con la individualidad de la persona, su autenticidad, a los valores que tiene, los talentos, habilidades y pasiones que le caracterizan, su Visión y Misión de vida, todo esto será la ESENCIA.
Si pones en práctica lo que digo en el párrafo anterior, estarás viviendo desde tú ESENCIA, con lo cual serás tu mismo en todas las situaciones.
Imagino que estarás pensando, “¿y sino conozco nada de lo que dices, es decir, sobre yo mismo?”, te respondo que entonces estarás viviendo un versión diferente de lo que eres ó una parte solamente. ¿Y cómo puedes darte cuenta que no estás siendo tu mismo?, muy sencillo. Si te sientes agobiado, ansioso, triste, comprador compulsivo, no disfrutas de nada, corres todo el día, quieres controlar lo incontrolable y el peso de la mochila que llevas en tu espalda todos los días te tiene muy cansado, pues tienes todos los síntomas de no SER tu mismo.
Por eso es importante eliminar al personaje que creamos todos, si queremos SER nosotros mismos, porque sino será totalmente imposible vivir desde nuestra ESENCIA.
Para SER tu mismo, primero debes explorar a fondo cuáles son tus valores, conectarte con ellos y a partir de estos establecer una Visión de cómo quieres verte en un tiempo. También te permitirán saber que te apasiona de verdad, los talentos y habilidades con los que cuentas, además es interesante recordar que cosas te encantaban de niño.
La vida consiste en que cada paso dado tenga un sentido, que disfrutes como los niños, que viven encantados con todo lo que hacen. Es importante ser consciente de lo que estás haciendo y transmitiendo, es realmente fabuloso y sensacional saber que HUELLA quieres dejar en tu vida, esto es muy potente!, porque tener claro el impacto que quieres dar a los que te rodean ó se cruzan contigo, es un motor de motivación ilimitada y además un brújula perfecta!!!.
El saber y aplicar tus valores en tu vida, es algo elemental, porque eso es lo que te define como SER, por eso insisto tanto en ellos. Me pasa con la mayoría de mis clientes ó cuando doy charlas a grupo de personas, que cuando estas descubren sus valores quedan alucinadas y encantadas, pero al cabo de unas semanas sino insisto en ellos, se olvidan de varios. Es muy importante anclarlos y repetirlos todos los días, evaluar si los honras en cada acción ó no, porque el vivirlos te permitirá SER auténtico.
Debo aclararte que SER tu mismo no significa hacer lo que te da la gana como faltar el respeto a los demás, eso lo hará el personaje que tienes, pero tu ESENCIA jamás, ésta se preocupará en todo momento que no te traiciones a ti mismo, aportes todo lo que tienes para tu servicio y de quienes te rodean.
Después de haber leído este post, te invito a que reflexiones sobre cómo SER tu mismo y elabores un plan de acción para que seas TU en ESENCIA!.