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Fin de una etapa y comienzo de otra
En esta parte del mundo nos encontramos en un momento del año que el cuerpo y la mente nos pide vacaciones, parar un poco para recargar energías, ver cómo nos sentimos y qué necesitamos para comenzar la nueva temporada con más ganas, ilusión y motivación.
Para poder definir nuevos objetivos o continuar con los ya establecidos, es muy recomendable reflexionar sobre lo que se tiene y se busca alcanzar, esto es totalmente necesario para evitar dar vueltas tontamente y derrochar energía, porque a esta última debemos cuidarla como un auténtico tesoro.
Al comienzo de la nueva temporada, la mayoría de las personas tienen un alto grado de energía por haberlas cargado en las vacaciones, se establecen nuevos propósitos (bah, los mismo de siempre) pero al comenzar a rodar, ante los primeros obstáculos…arrojan la toalla y a esperar el comienzo del año o de la siguiente temporada para retomarlos.
Por esto, es importante que a la hora de definir objetivos, estos estén altamente conectados con tus Valores y Visión de Vida, porque si no serás uno más de los que comienzan con la actitud de comerse el mundo y a la primeras de cambio, abandonan.
Con cual para evitar la situación mencionada, te propongo unas diez de preguntas para que las reflexiones (si quieres) durante estas semanas, y las respuestas que obtengas te ayuden para fijar objetivos posibles de alcanzar y que al mismo tiempo te mantengan motivado y enfocado.
Aquí van:
1-¿Qué Valores tuyos están presentes en tu vida y cuáles no?.
2-¿Qué HUELLA estas dejando en tu vida?.
3-¿Hacia dónde te estás dirigiendo?
4- ¿Eres el protagonista de tu vida o un simple espectador?.
5-¿Qué objetivos y metas has cumplido de las que te habías fijado a comienzos de la temporada que ha terminado?.
6-¿Cuál es tu ACTITUD ante los obstáculos (te bloqueas-te quejas o actúas)?.
7-¿En qué eres bueno?, ¿aplicas esos talentos o dones que tienes?.
8-¿Qué debes mejorar o potenciar?.
9-¿Qué te hace falta para rendir más y aportar valor?.
10-¿A qué te comprometes cumplir de aquí a final de año?.
Espero que te ayuden las respuestas de las preguntas a tomar conciencia de algunas cosas y a mejorar para que puedas vivir más pleno y feliz.
En mi caso, ha llegado el final de una etapa, trabajaré durante este mes de agosto en un nuevo blog, espero tenerlo finalizado sobre final de mes. Es una tarea que debí realizar hace un año atrás pero preferí priorizar otras cosas que tenía en ese momento, aunque la hora ha llegado ahora.
Crearé un nuevo espacio, con un nuevo dominio y con el objetivo de aportar más valor a los lectores y crear vínculos más cercanos.
Sobre la última semana de agosto volveré a escribir un post, seguramente comentado como va la creación del nuevo blog y algunas reflexiones sobre este período estival.
¡Nos re encontramos a final de agosto!
¡Y muchas gracias a VOSOTROS por estar ahí cada semana!
El poder de conectarse con el beneficio
Cualquier cambio que hagas siempre costará un poco, ya que una vez adquirido un hábito o una conducta determinada, el modificarla por otra lleva bastante tiempo de adaptación.
El pasado fin de semana tuve nuevamente la experiencia de mudarme a otra vivienda, la verdad que tengo varias sobre mi espalda pero debo decir que me ha costado mucho el comenzar a adaptarme al nuevo sitio y sobre todo al desorden que habrá durante semanas.
Las primeras semanas ya sabemos que todo es un caos, necesitas un calcetín y justo la caja que lo contiene es la última de una pila de cinco, con lo cual el hecho de pensar todo lo que se debe hacer para llegar al mismo, te quita las ganas de ponértelo.
Pues con cualquier cambio o emprendimiento que quieres hacer en tu vida pasa lo mismo, es decir, cuando tienes ciertos hábitos o conductas, el someterlos a desprogramarlos para reemplazarlos por nuevos, es como hacer una mudanza.
Por eso es tan importante convertir acciones en hábitos saludables, porque estos te permitirán lograr objetivos y metas, la dificultad está en ser constantes y pacientes para adquirir esos nuevos programas en nuestra mente.
Ya sabes que cuando te mudas, la paciencia es fundamental porque en la mayoría de las veces, hasta tener tu vivienda como la tienes pensada, lleva tiempo, ya que una vez quitado todo el contenido de las cajas y acomodadas las cosas, con el paso del tiempo se van cambiando de sitio, hasta encontrar el lugar justo.
Pero claro todo esto de decir hay que tener paciencia, suena muy bien pero ¿cómo lo ponemos en práctica cuando no tenemos ejercitado el hábito de ser pacientes y tolerantes a la hora de enfrentar ciertas situaciones que requieren mucho de estos dos elementos.
La mejor forma de responder a esto, es aprender a conectarse con el beneficio a obtener, es decir, visualizarte en la situación deseada, intentando sentir disfrute y alegría por el logro.
También es importante que te preguntes a ti mismo, en los momentos que comienzan las dudas, inseguridad, miedos, incomodidad, “¿qué razones o causas te han llevado a realizar ese paso o cambio?”. Porque la respuesta a esto es el beneficio que estás buscando o persiguiendo y conectarte a él, proporciona mucha fuerza, energía y motivación.
En mi caso, cuando veo el desorden que hay en el nuevo sitio donde vivo y mis saboteadores comienzan a enviarme mensajes de todo tipo para crear inseguridades, tensiones, ansiedades, simplemente les respondo con las razones por las que me he mudado y pongo en mi mente la imagen de como me veré en el mediano plazo en el nuevo hogar. Y esto a mí me tranquiliza mucho y al mismo tiempo debilita enormemente a mis saboteadores.
Y esto es un gran ejercicio con cualquier cambio que realices, por más pequeño que sea, ya que los saboteadores internos, buscarán por todos los medios crearte inestabilidad para abandones el camino o te arrepientas una vez hecho el primer paso.
Cuando hagas algo diferente o distinto a lo habitual, siempre aparecerán obstáculos y ciertos miedos, pero ante esto lo mejor es detectar a tu saboteador y luego enfrentarlo con dos herramientas poderosas, una es repetir en voz alta (las veces que sea necesario) las razones que te llevaron al cambio y la otra es visualizarte como estarás una vez logrado el objetivo deseado.
Cuando se convierte en la eterna duda
“Quiero lanzarme, cambiar pero no es el momento”, “no se que hacer”, “no tengo talento”, “me gustaría crear mi negocio pero la crisis…”.
A menudo escucho este tipo de comentarios, de hecho también he pasado por esta frase o reflexión en algún tiempo, pero esto es algo que nos sucede a todos, en mayor o menor medida.
Hay momentos en donde la vida nos presenta a través de diferentes señales (pueden ser físicas, mentales, visuales, personas, libros….) para que demos un giro a nuestra vida, habitualmente estas suelen aparecen con fuerzas cuando nos encontramos en momentos de estancamiento, disconformidad con nuestra vida o sentimos que nos acostumbramos a vivir sin motivaciones más allá de la rutina diaria.
Ante estos estados sentimos que debemos girar el timón para subir un nivel en nuestra vida pero claro, en esos momentos aparecen nuestros saboteadores para que no hagamos ningún giro y permanezcamos allí donde nos encontramos.
En cuanto aparecen comienzan las dudas, miedos, inseguridades, la autoestima empieza a flaquear, con lo cual esos deseos comienzan a desinflarse rápidamente, por eso son momentos en donde se debe ser valiente y seguir adelante para no ser atrapado vitaliciamente por la zona de confort y de los saboteadores.
También hay que saber diferenciar entre dos aspectos a la hora de lanzarte, que son la clave de cualquier cambio de rumbo ya sea personal o profesional, que es saber si no te lanzas porque tienes miedos o no sabes en qué focalizarte o especializarte.
Esto que comento en el párrafo anterior para mi es el punto clave de cualquier cambio o emprendimiento, con lo cual hay que sentarse y reflexionar sobre el tema con una absoluta sinceridad, sin mentiras a uno mismo, porque desde la vulnerabilidad se construye la solidez.
Hay personas que tienen mil ideas en la cabeza porque les cuesta enormemente centrarse en saber quiénes son, qué talentos y habilidades tienen, en qué son buenos y tienen un don especial, en poder determinar que quieren para su vida y dónde quieren verse en varios años. Una vez que definan esto, automáticamente saben que idea escoger de las tantas que tienen y se lanzan sin problemas, por supuesto que algo de miedo tendrán porque hasta el más valiente lo tiene y a partir de ahí comenzarán a trazar su nuevo camino.
Luego está el segundo grupo, el de las personas que tienen las cosas bastantes claras pero son esclavos eternos de las mentiras de sus creencias y saboteadores, las cuales sirven para tenerlo quieto y lleno de inseguridades.
Estas personas en el momento que logran derribar sus creencias limitantes, minimizar a sus saboteadores, gestionar sus emociones, creer en si mismos, se lanzarán sin ningún tipo de problemas hacia sus objetivos y podrán alcanzar lo que se propongan.
Por eso es muy importante conocerse a si mismo con total sinceridad, porque sabiendo esto podrás determinar porqué no te lanzas, si es por miedo o por no saber filtrar ideas y focalizarte.
PD. Para terminar quiero comentarte que el próximo miércoles 13 de noviembre impartiré un Webinar que me ha invitado Franck Scipion, en el cual profundizaré más sobre este tema, dando también algunas claves para que los asistentes descubran a que grupo pertenecen a día de hoy y cómo ponerse en marcha.
Si te interesa aquí tienes el enlace para más información, http://www.lifestylealcuadrado.com/las-1001-excusas/
Es necesario desterrarlas si quieres CRECER
Estas últimas semanas me ha tocado estar con personas que durante unos años habían abandonado sus antiguas profesiones para re encontrarse con ellos mismos y aprender otro tipo de cosas que en sus anteriores trabajos no contaban con el tiempo suficiente para hacerlo.
Durante estos años aprendieron muchas cosas nuevas y han disfrutado de un estilo de vida diferente, saludable e interesante para el crecimiento personal pero por diversas circunstancias han tenido que volver a sus antiguos trabajos. Lo que más me ha sorprendido de esto, es que se han calzado el mismo “traje” de pensamiento y actuación que tenían ¡años atrás!, es decir, volvieron a sus respectivas profesiones activando el mismo pensamiento que tenían antes de hacer este paréntesis en sus vidas.
La verdad sorprende que no apliquen lo nuevo aprendido en sus profesiones pero al mismo tiempo se ve claramente la actuación y el dominio de sus propias creencias limitantes, las cuales no han sido modificadas y al tomar contacto con lo “viejo” aparecen como dueñas de la situación.
Las creencias limitantes si no son re programadas y desterradas, aparecerán en cualquier momento de forma categórica y contundente ante cualquier situación, por eso es muy importante reconocerlas y trabajar en ellas para apartarlas de nuestro camino.
A estas hay que enfrentarlas y desafiarlas porque cuando las profundizas te das cuenta que no tienen nada de consistencia en sus mensajes, se sostienen en unos cimientos muy frágiles pero como saben protegerse y nos seducen muy rápidamente para no embarcarnos en algo nuevo para nuestra vida, saben como embaucarnos para que nos quedemos dominados en la zona de confort.
Una de las cosas que las hace fuerte es nuestra rigidez y falta de flexibilidad en nuestros pensamientos, creemos que algo es de una manera y a partir de allí no damos opción a ningún cambio o forma diferente de hacerlo.
La situación que menciono al inicio de este post sobre estas personas que han vuelto a sus antiguas profesiones es un claro ejemplo del poder sus creencias, porque después de varios años de no desarrollar sus actividades, en el momento que comenzaron nuevamente se pusieron el esquema de pensamiento que tenían hace años atrás y se olvidaron de todo lo nuevo que habían aprendido.
Desarrollan su día a día profesional como lo hacían antiguamente y se encontraron con viejos problemas del pasado que en vez de solucionarlos desde el nuevo esquema mental aprendido, dejaron que sus viejas creencias se apoderaran de su accionar.
Lamentablemente somos altamente fieles a nuestras creencias limitantes, tememos enfrentarnos a ellas, cuestionarlas, reflexionar sobre sus mandatos, profundizarlas y mucho menos desterrarlas, nos cuesta poner en marcha hábitos saludables porque las creencias son poderosas y seductoras que nos doblegan fácilmente.
Las creencias limitantes son programas de pensamientos caducados, sin sentido, ilógicas y muchas veces están respaldadas, protegidas y fuertemente empujadas por nuestro entorno, el cual con los comentarios, mensajes y accionar las refuerzan, convirtiéndonos muy débiles a la hora de aplicar nuevos hábitos para re programar nuestros pensamientos.
El desafío está ahí delante nuestro, si queremos ir subiendo el nivel en nuestra vida, alcanzar objetivos inspiradores y plenos deberemos reprogramarlas y poner fin a ellas porque si no será casi imposible AVANZAR y VOLAR ALTO EN NUESTRA VIDA, con lo cual será necesario desterrarlas si queremos CRECER.
El gran enemigo del cambio: la RECAIDA
La palabra CAMBIO creo que reinará en nuestras vidas hasta el último día, es algo que está presente en cualquier aspecto y cuando hablo de esto me refiero a cualquier situación que se desea modificar por más insignificante que sea, porque al hacerlo siempre hay alguna resistencia por más mínima que sea.
La vida en sí misma es cambio, maduración, crecimiento, procesos, tiempo, ciclos que comienzan, terminan, algunos van más rápido y otros se hacen eternos, por eso la palabra cambio está tan asociada a nuestra propia vida.
A mí el cambio me genera una estrecha relación con una nueva oportunidad, un nuevo desafío, una forma diferente que se presenta en el camino, me inspira motivación y ganas al mismo tiempo, pero a veces ciertos cambios (los de mayor magnitud) nos pone contra las cuerdas y desnudan ciertas limitaciones que convierten al proceso en un calvario o travesía por el desierto.
A medida que vamos creciendo sin darnos cuenta vamos desconectando nuestras acciones y pensamientos de la propia ESENCIA, ya sea por la educación que recibimos, la influencia de padres, familia y entornos a los que pertenecemos. Estos mensajes se van anclando en la mente, los cuales se van potenciando y haciéndose más fuertes a medida que los repetimos en palabras y acciones cotidianamente.
Así va transcurriendo la vida hasta que un día, a través de un acontecimiento o señales en nuestra salud física y/o mental hacemos un alto en el camino y llegamos a la conclusión que hace falta un cambio de mentalidad, de vida, de actitud, de lugar, de trabajo o lo que sea, pero se necesita hacer un cambio ¡YA!.
Es aquí en donde nos damos cuenta que así no podemos seguir, con lo cual comienza un proceso de ver que se debe modificar y cómo hacerlo, los caminos para elaborarlos son muchos, desde lectura de libros especializados en el tema a modificar hasta contratar a un profesional para que te ayude, todos los métodos son válidos mientras ayuden a conseguir tus propósitos.
Una vez ya establecido el plan de cambio o la estrategia para alcanzar el objetivo, te pones en marcha con mucha ilusión y motivación, al principio va todo muy bien, hasta te diría espectacular, porque todo es nuevo, vives nuevas sensaciones, notas que se van modificando cosas pequeñas pero hay avances, con lo cual el proceso de cambio va bien.
Como verás ya estás cambiando pero aparece en el momento que menos te esperas el principal enemigo de todo esto, la RECAIDA. Aquí es el punto más importante de cualquier cambio que se quiera hacer, por más pequeño que sea.
Cuando entra en escena la RECAIDA, vuelves a encontrarte con los viejos patrones de conducta, pensamiento o acción que provocaron el cambio, con lo cual no les quieres, les detestas pero al mismo tiempo te seducen rápidamente para que vuelvas con ellos.
En esos momentos aparecen las dudas, los miedos, la baja autoestima, la pérdida de motivación, se pierde la confianza en el proceso y uno mismo, el compromiso recibe ataque de todos los lados, la ilusión por alcanzar el objetivo comienza a derrumbarse y pierdes la tolerancia sobre ti. Sin nombrar a la paciencia que ya ni se la ve dentro de tu actitud.
Debes entender que es totalmente lógico y normal en un proceso de cambio tener ¡recaídas!!!, no pasa absolutamente nada porque las tengas, es más, son necesarias para poner a prueba el compromiso que tienes con ese cambio y contigo mismo.
Quien quiere algo de verdad, se levanta y comienza de nuevo, luchará por seguir adelante, esto es igual a cuando somos pequeñitos y comenzamos a caminar.
¿Cuántas veces nos hemos caído aprendiendo a hacerlo?, ¡MILES DE VECES!, y al final aprendemos.
El momento de la REACAIDA es vital para determinar tu actitud. Si la tomas como algo del proceso y aplicas la tolerancia y el esfuerzo, podrás alcanzar lo que buscas.
Recuerda que solo llega a la meta aquel que no se detiene en el camino a lamentarse y excusarse, sino que sigue avanzando y aprendiendo del mismo.
¿En qué aspecto estás oxidado?
A medida que vamos caminando por la vida nos vamos apegando y aferrando a creencias, métodos, formas, usos, se van dejando de lado talentos, habilidades y recursos muy buenos que cada uno tiene, con lo cual dejamos que se oxiden sin darnos cuenta.
También hay otros dos aspectos muy importantes que se dejan oxidar, estos son los pensamientos y emociones, porque al vivir siempre desde un enfoque de pensamiento, haces que te pierdas ver muchas maneras diferentes de pensar, resolver obstáculos y gestionar adecuadamente tus emociones.
Cuando una persona se siente estancada, frustrada, ansiosa, vacía con todo lo que hace, sin motivación, envuelta en una dinámica permanente de negatividad y siente el peso de su mochila cada vez más, es a lo que suelo llamarle: “ESENCIA oxidada por falta de uso”.
Quitarse el óxido requiere de un gran trabajo, con observar el proceso que se hace en un metal para limpiarlo te das cuenta la dedicación que se necesita, con lo cual imagina entonces lo que cuesta en una persona dejarla sin óxido….mucho esfuerzo.
El proceso de quitar el óxido en una persona la divido en la siguientes cinco etapas:
1- Darse cuenta y aceptarlo
2- Buscar los medios y estrategias para hacerlo
3- Confiar en lo que debes hacer y ponerte en marcha
4- Afrontar las dificultades y superarlas
5- Vivir sin óxido
Ahora voy a explicar brevemente cada etapa pero creo que son bastantes claras de que se trata cada una.
La primera es una de las más difíciles y clave en todo esto, el darte cuenta que debes quitarte el óxido, descubrir en qué debes cambiar o re inventarte es algo que cuesta y una vez que finalmente has descubierto esto, debes aceptarlo algo que pesa mucho y más cuando creemos que el mundo está en nuestra contra, sintiéndote una víctima perfecta de la mala suerte.
Luego viene el paso segundo, moverte buscando cómo poder hacerlo. Existen varios medios, algunas pueden hacerlo solas y otros necesitan ayuda, pero lo importante es buscarlos para luego aplicarlos.
En tercer lugar llega una etapa fundamental y consta de dos palabras muy potentes: COMPROMISO y ACCION. Sin estos dos no hay forma de que te quites el óxido, se debe confiar en lo que vas a hacer, hay que tener constancia y dejar de lado a las excusas para ponerse en marcha por más que aparezcan los miedos, saboteadores, inseguridades y situaciones incómodas, recuerda que lo único que quedan en esta vida son los hechos y estos se logran con acciones.
La etapa cuarta es la que separa a la persona de quedarse oxidada o no, es un momento que después de haberte puesto en marcha aparecen las dificultades.
Cuando hay ciertas manchas de óxido que requieren de tu parte un esfuerzo extra para limpiarlas, es ahí donde aparecen las mayores tentaciones de abandonar el proceso.
Por eso es importante cuando aparezcan los obstáculos que pienses en todo el camino recorrido hasta esta etapa y que las dificultades son parte de todo esto, con lo cual superarlas te harán más fuerte.
Finalmente llegamos a la quinta etapa, la de disfrutar el logro conseguido, con tu nueva versión sin óxidos pero este momento requerirá de estar atentos, no dormirse en el logro y mantener lo más limpia posible tu ESENCIA para que no vuelva a oxidarse.
Ten en cuenta que en cada momento de nuestra vida siempre corremos el riesgo de que se oxiden algunos pensamientos y emociones, pero si actúas rápido ese óxido desaparece pronto, en cambio si no prestas atención y dejas que crezca la oxidación, a medida que pase el tiempo pueda que el querer quitarlo se convierta en una misión casi imposible.
Y entonces…..¿En qué aspecto estás oxidado?.
Vivir en tierra de nadie
Durante nuestra vida vamos transitando varias etapas, hay momentos en donde creemos que vamos bien pero al mismo tiempo, a veces sentimos como un pequeño vacío, es una señal muy sutil indicando que nos estamos desconectando de nuestra ESENCIA por más que el ambiente exterior sea favorable.
Cuando los resultados externos no son los esperados o no nos llenan demasiado, comenzamos a frustrarnos, a sentirnos ansiosos, estresados, irascibles, disconformes, nos quejamos bastante, etc….. Esto nos hace llegar a una situación en que nos damos cuenta de la necesidad de cambios.
Ante esto comienza una etapa de descubrir que está pasando, cuál es la razón por la que no vivimos a gusto. Al principio se busca las causas en los acontecimientos externos, pero estos por más que cambiaran no resolverían el verdadero problema, el cual tiene su raíz más profunda en el interior de la persona.
Aquí surge la primera diferencia entre las personas que logran un cambio, muchos seguirán buscando respuesta en el exterior, encontrarán soluciones pero serán transitorias, con lo cual se pasarán el resto de su vida así. Otros en cambio se darán cuenta que el cambio debe venir de ellos mismos, que es descubrir y explorar su interior.
Estos últimos cuando empiezan a recorrer el camino que implica adentrarse en su interior, para descubrir lo que necesitan hacer de modo que puedan reconectarse con su ESENCIA, se produce dos tipos de grupos. El primero saca su valentía a flote y acepta transitar el camino del cambio por más que eso les genere mucho dolor y esfuerzo en hacerlo, porque saben que el premio es demasiado grande.
El segundo grupo (y en este me voy a centrar hasta el final del post) al ver lo que deben hacer para provocar el cambio y dejar de depender de las circunstancias, deciden cancelar el billete del viaje y se quedan esclavizados en el reino de sus saboteadores y creencias limitantes.
El gran problema de esto no es decidir no cambiar porque se está a gusto con la vida en el reino de los saboteadores, sino que no se da el paso por el miedo, la incertidumbre y el tener que comprometerse para romper con hábitos tóxicos y creencias caducadas. Con lo cual este grupo de personas comienzan a vivir su vida en lo que llamo “vivir en tierra de nadie”.
¿Qué quiero decir con esto de “vivir en tierra de nadie”?, es cuando se vive la vida en una auténtica dualidad, traducido al famoso “quiero y no quiero”, porque vivir en reino del ego, saboteadores y creencias limitantes te harán estar en un sitio que has elegido por miedo y no porque te conviene. Además en tu cabeza e interior estará constantemente presente el sueño de cómo te gustaría vivir, porque ya sabes interiormente que para alcanzar tus metas debes romper con ese reino y si no lo has hecho es porque el miedo y las excusas te tienen atrapado.
Una vez que una persona descubre lo que debe hacer para cambiar y dar la vuelta a la situación pero no lo hace por sus dudas y miedos, ese es el momento en donde comienza a “vivir en tierra de nadie”, porque se produce una dualidad en su vida, la razón va por un lado (esclavizada por los saboteadores, creencias limitantes y egos) y la ESENCIA por otro, con lo cual cuando se produce esto es imposible desarrollar todo el potencial.
Para cambiar y sentirte pleno es necesario si o si romper y reprogramar las creencias limitantes, si no es así, se vive en ese famoso “quiero y no quiero”. Vivir desde esta perspectiva es muy frustrante, porque te sientes impotente, atado, muy limitado, es como tener una carga de 100 kg. en tu espalda todos los días.
Lograr REconectarte con tu ESENCIA es difícil y complicado porque se necesita mucho esfuerzo, compromiso y valentía, pero hacer el camino te llevará a una recompensa muy grande. En cambio “vivir en tierra de nadie” porque el miedo te tiene allí y no porque tú lo has decidido, es estar en medio del desierto esperando que aparezca un OASIS sin moverte.
“¿Y cómo lo hago?” (excusa para no actuar)
¡Cuántas veces hemos pronunciado esta frase ante la necesidad de hacer algo nuevo!, la cual muchas veces se convierte en una gran y adorable excusa para no hacerlo y morir en la acción antes del intento.
Siempre que nos enfrentamos a algún nuevo hábito, cambio de conducta o de diversas actividades, aparecen las excusas por parte de nuestro saboteador para no hacerla, es más, buscamos obstáculos que no existen para darle la razón y retirarnos antes de actuar.
Los saboteadores son expertos en proporcionarnos excusas para que no cambiemos nada de nuestra vida, ellos aman vivir en nuestra zona de confort por más que nosotros vivamos estancados y frustrados. Esto no les interesa porque lo que quieren en todo momento es que nos perpetuemos dentro de nuestra cueva y que no hagamos nada distinto.
Por eso en lo momentos que decidimos hacer algo diferente, cambiar de hábitos o de conductas, el saboteador rápidamente nos manda la frase del “¿cómo lo harás?” y acto seguido nos transmite el “no eres capaz” o “es muy difícil”. Ya esto automáticamente nos produce una sensación de inseguridad y dudas, con lo cual si no tienes muy claro el por qué del beneficio que significa hacerlo, te retirarás del combate antes de saltar al ring.
Es clave si quieres vivir en plenitud tener claro quién eres, que quieres y dónde te gustaría estar, porque si esto lo tienes identificado, trabajado y te siente conectado con ello, podrás enfrentarte al “cómo” desde una perspectiva de aprendizaje, asumiendo que deberás sortear obstáculos y retos para llegar al objetivo.
El “cómo hacerlo” es uno de los elementos más importantes a la hora de cualquier desafío y eso tu saboteador lo sabe, por eso suele atacar allí, es parecido a nuestro “talón de Aquiles”, porque la mayoría de las veces no emprendemos muchas cosas nuevas porque no hemos practicado o experimentado ese “cómo hacerlo”, entonces el saboteador nos llena de temores, inseguridades, miedos, incertidumbres, nos baja la autoestima. Después de esta puesta en escena de los saboteadores, la mayoría suele abandonar el camino antes de comenzar.
Cuando le hacemos caso a sus mensajes y dejamos dominarnos por ellos, nuestra energía y actitud se vuelve temerosa, negativa, nos encerramos, nos colocamos el traje de víctimas, perdemos la ilusión, la valentía, el coraje, la motivación y nos volvemos seres vulgares, escépticos y estancados. Todo esto nos lleva a un estado de total insatisfacción general.
Si te pones a caminar, comenzarás poco a poco a descubrir el “cómo” en su totalidad, recuerda que para emprender o cambiar cualquier cosa por más pequeña que sea, NO EXISTE EL MARCO IDEAL. Lo sabes pero inconscientemente siempre lo estamos buscando o añorándolo y además el “cómo” hacerlo de manera perfecta y con resultados seguros, tampoco EXISTE!.
La mayoría de las personas se la pasa buscando la fórmula mágica que haga todo de manera rápida, perfecta, sin ningún contratiempo, efectiva, con el menor esfuerzo posible, sin riesgos, temores, dudas e incertidumbres. Ah me olvidaba, ¡que funcione a la primera con resultados extraordinarios!…….pues insisto que esto NO EXISTE.
Si te pones a caminar encontrarás el “cómo” hacerlo, conocerás gente que lo ha hecho a su manera, aprenderás de ellos, te esforzarás, lo adaptarás a tu forma de ser, le ejecutarás, sacarás conclusiones y lo irás perfeccionando, aumentarás tu autoestima por haber superado las dificultades, valorarás tu esfuerzo y dedicación, además de conseguir un espíritu de superación personal, algo que pulveriza a los saboteadores.
Descubrir tu Pasión lo cambia todo
Uno de los grandes “clicks” que tiene un SER humano en su vida es el de descubrir su pasión o mejor dicho tomar conciencia de su existencia, porque eso marca un antes y un después, es como si vives en una casa y un cierto día descubres que existe una habitación desconocida por ti y encima sabes que allí dentro hay un mundo por descubrir. A partir de ese momento su existencia te rondará en tu cabeza bastante a menudo, independientemente de que entres o no, pues con la pasión sucede lo mismo, la descubres y a partir de allí debes librar la decisión de embarcarte en ella o no, pero lo que no se modifica ese descubrimiento.
Hacer las cosas sin pasión, es vivir sin resonar, no sentirte a gusto, sentir que te falta algo, sientes por momentos que no estás aprovechando tu vida, que estás dejando de aportar muchas buenas cosas que llevas dentro, todo se te hace rutinario y pesado, lo cual toda esta situación da paso a una baja autoestima y sensaciones de frustración y angustia.
Considero que el gran problema no es vivir desde tu pasión sino desconocer lo que te apasiona verdaderamente y esto le sucede a una gran mayoría de personas. Esta situación la vivo a diario con las personas que trabajo e interactúo por mi profesión, desconocen en que son buenos y talentosos. Algo que considero vital si se le quiere dar un giro a la vida, porque si no se descubre esto es imposible cambiar de rumbo y la realidad.
Todo esto viene porque de pequeños y a medida que crecemos, la educación tradicional se preocupa mucho para que aprendamos generalidades de cosas que a muchos no les interesa, tenemos un montón de asignaturas que solamente sirven para alejarnos de nuestros dones, una cosa es tener algo de conocimiento sobre algo y otra muy distinta es querer hacernos expertos de algo que no nos llama.
A eso también si le sumamos el buscar una carrera universitaria que luego nos asegure una rápida inserción laboral, llegamos a un punto dónde la pasión y nuestros dones pasan al olvido en nuestra vida, no digo que esto le sucedan a todos pero a una gran mayoría si; a cuántas personas les ha pasado que tenían dones de artistas, deportistas, etc…. pero la presión familiar y las creencias los llevó a estudiar algo que no vibran y vivir una vida sin la inspiración (a mí también me ocurrió).
Hasta aquí lo que cuento es todo aquello de lo que no ha dependido mucho de uno mismo pero llega un punto en nuestra vida que si podemos tomar el control, claro que el cambio de vida será muy duro y complicado porque debemos enfrentar a un autobús de miedos y dudas, además todos no cuentan con esa valentía a la hora de cambiar.
Este “click” sucede cuándo por algún acontecimiento (sea un curso, un mentor, un amigo, una circunstancia) descubres lo que te apasiona y tienes los dones para ello. En ese momento se produce un antes y un después en tu vida, porque sientes que ahí está lugar, ya que haciendo eso disfrutas y te lo pasas en grande, el tiempo te da igual y lo único que quieres es no despegarte de eso.
Al suceder esto ocurre que muchas personas, aburridas de sus vidas, se lanzan al camino de su pasión, a quererla vivir cotidianamente pero claro, esto no es fácil si tienen que cambiar hábitos en su vida y maneras de pensar, como también deberán enfrentar a un montón de obstáculos e inconvenientes.
Cuando aparecen estos, comienzan los miedos y las dudas, como también las ganas de abandonar pero si conoces tu pasión y piensas que debes dejar de vivirla para volver a la vida robótica, automáticamente aparecerá un plus de motivación que te hará doblar los esfuerzos para alcanzar lo deseado y no retirarte, por más que en ese momento te encuentres en medio de una gran tormenta. Lo que si puede que hagas sea el de buscar un refugio para parar, reflexionar, descansar, coger fuerzas y salir a por todas independientemente de cómo esté allí fuera.
Por eso digo e insisto, descubrir tu pasión lo cambia todo.
¿Quiero y no puedo? o ¿No puedo porque no quiero?
Las dos preguntas con las que titulo el post, son comunes en nuestro día a día, sobretodo la primera, es la que se escucha frecuentemente a muchas personas, pero la segunda es la que habitualmente hago a quienes escucho decir “quiero y no puedo”, debo decir también que cuando me la hicieron por primera vez a mí hace casi una década, quedé bastante descolocado, por eso recuerdo el momento.
Todas las personas buscamos objetivos, metas, plenitud, felicidad, libertad, bienestar en todos los aspectos de la vida, prosperidad económica, un gran desarrollo profesional y muchas cosas más, pero a la mayoría su propia realidad les muestra que les falta algo o bastante de lo que he mencionado, con lo cual muchos comienzan a sentir insatisfacción, pasando luego a pensar que sucede algo y tal vez haya que hacer algún cambio.
Llegado a esos puntos de vacío, muchos tienen el hábito de buscar culpas hacia todo lo externo, lo que le rodea (trabajo, jefes, compañeros, pareja, vecinos, crisis, la Unión Europea, etc..), y generalmente llegan a la conclusión que la mala suerte es la responsable de todos sus males, lo último que suelen mirar y consultar es dentro suyo para saber que está pasando.
Cuando comienza en nuestra mente a rondar la palabra “cambio”, es un momento de doble cara, inmediatamente nos motiva para bien pensar en algo nuevo y que será mejor para nuestra vida, pero a continuación aparecen los sentimientos de inseguridad, temor, apego y esfuerzo para lo que vendrá, con lo cual ante esta situación debemos elegir a que consultores escuchar.
Al hablar de consultores no hablo solamente de las personas solamente, me refiero a otros más influyentes y potentes que todos tenemos. Existen dos tipos de estos asesores, el primero está liderado por el Saboteador y el segundo por la ESENCIA.
El primer grupo de consultores desde el primer momento intentará grabarte en la cabeza, mente, cuerpo y espíritu, que “tú quieres pero no puedes”. El discurso estará enfocado a que tu realidad es muy diferente a de millones de seres humanos, que tu caso es especial y no puedes cambiar, que tu deseo es el cambio pero la mala suerte que te rodea hará que no sea posible ese fantástico pensamiento.
Además te hará recordar todas las creencias que te limitan, intentará resaltarte en todo momento los traspiés que hayas tenido, pondrá sobre la mesa tus apegos así te mueves menos, insistirá en que sigas aferrado a tus hábitos tóxicos, te hundirá la autoestima y si con esto no te convence, recurrirá a que tu tienes mucha mala suerte, con lo cual es imposible que te vaya bien, como verás el saboteador lo que quiere es protegerte y desea enormemente que no salgas nunca más de la cueva que conoces perfectamente, lo cual no significa que te guste sino que te has acostumbrado.
El otro consultor que tienes se llama ESENCIA, lo primero que hará cuando comience a rondar la palabra cambio en tu mente y comiences a escuchar a tu saboteador, te dirá: “no puedes porque no quieres”. Ante esto te mostrará que en vida actual si estás insatisfecho es porque tal vez te falten honrar algunos valores tuyos, te recordará cuál es tu Visión y Misión de vida, te mostrará las pasiones que tienes y si las estás viviendo, como te pondrá una nota delante de tus ojos con los talentos y dones que posees, además te impulsará a que hagas el cambio.
La consultora ESENCIA te dirá que si quieres cambiar podrás hacerlo, porque cuando un ser humano quiere algo de verdad y se compromete con ello, no hay nada que lo detenga, ya que en nuestro interior tenemos algo muy potente que se llama FE en lo que haces y cuando estás convencido, ¡tarde o temprano lo consigues!.
Para conseguir y reafirmar los cambios se necesitan esfuerzo, compromiso y paciencia. Supongo que muchos utilizan la frase “quiero pero no puedo” porque cuando piensan en el cambio, lo relacionan rápidamente con comprometerse de verdad y que además han de tener mucha paciencia, porque las cosas no se logran en dos semanas, si no que lleva bastante tiempo cambiar hábitos de varias décadas.
Por eso si eres de los que dicen “quiero pero no puedo”, reflexiona si tal vez es un “no puedo porque no quiero” y si es la primera, busca ayuda porque el que ¡QUIERE PUEDE!.