Archivo
Fin de una etapa y comienzo de otra
En esta parte del mundo nos encontramos en un momento del año que el cuerpo y la mente nos pide vacaciones, parar un poco para recargar energías, ver cómo nos sentimos y qué necesitamos para comenzar la nueva temporada con más ganas, ilusión y motivación.
Para poder definir nuevos objetivos o continuar con los ya establecidos, es muy recomendable reflexionar sobre lo que se tiene y se busca alcanzar, esto es totalmente necesario para evitar dar vueltas tontamente y derrochar energía, porque a esta última debemos cuidarla como un auténtico tesoro.
Al comienzo de la nueva temporada, la mayoría de las personas tienen un alto grado de energía por haberlas cargado en las vacaciones, se establecen nuevos propósitos (bah, los mismo de siempre) pero al comenzar a rodar, ante los primeros obstáculos…arrojan la toalla y a esperar el comienzo del año o de la siguiente temporada para retomarlos.
Por esto, es importante que a la hora de definir objetivos, estos estén altamente conectados con tus Valores y Visión de Vida, porque si no serás uno más de los que comienzan con la actitud de comerse el mundo y a la primeras de cambio, abandonan.
Con cual para evitar la situación mencionada, te propongo unas diez de preguntas para que las reflexiones (si quieres) durante estas semanas, y las respuestas que obtengas te ayuden para fijar objetivos posibles de alcanzar y que al mismo tiempo te mantengan motivado y enfocado.
Aquí van:
1-¿Qué Valores tuyos están presentes en tu vida y cuáles no?.
2-¿Qué HUELLA estas dejando en tu vida?.
3-¿Hacia dónde te estás dirigiendo?
4- ¿Eres el protagonista de tu vida o un simple espectador?.
5-¿Qué objetivos y metas has cumplido de las que te habías fijado a comienzos de la temporada que ha terminado?.
6-¿Cuál es tu ACTITUD ante los obstáculos (te bloqueas-te quejas o actúas)?.
7-¿En qué eres bueno?, ¿aplicas esos talentos o dones que tienes?.
8-¿Qué debes mejorar o potenciar?.
9-¿Qué te hace falta para rendir más y aportar valor?.
10-¿A qué te comprometes cumplir de aquí a final de año?.
Espero que te ayuden las respuestas de las preguntas a tomar conciencia de algunas cosas y a mejorar para que puedas vivir más pleno y feliz.
En mi caso, ha llegado el final de una etapa, trabajaré durante este mes de agosto en un nuevo blog, espero tenerlo finalizado sobre final de mes. Es una tarea que debí realizar hace un año atrás pero preferí priorizar otras cosas que tenía en ese momento, aunque la hora ha llegado ahora.
Crearé un nuevo espacio, con un nuevo dominio y con el objetivo de aportar más valor a los lectores y crear vínculos más cercanos.
Sobre la última semana de agosto volveré a escribir un post, seguramente comentado como va la creación del nuevo blog y algunas reflexiones sobre este período estival.
¡Nos re encontramos a final de agosto!
¡Y muchas gracias a VOSOTROS por estar ahí cada semana!
¿Buscas el momento ideal?…….Sigue esperando
Todos a lo largo de nuestra vida tenemos sueños y objetivos que deseamos alcanzar, pero muchas veces dejamos de perseguirlos porque nunca vemos el momento adecuado para lanzarnos a por ellos.
Muchas excusas y pretextos nos invaden a la hora de hacer algo diferente o embarcarnos en algún nuevo proyecto, que suele resumirse en “no es el momento adecuado”. En realidad nunca es el momento, pase lo que pase jamás tendremos las condiciones ideales para subirnos al tren de emprender algo nuevo para nuestras vidas.
A diario vemos a muchas personas con ideas brillantes, sueños de cómo vivir, proyectos de vida inspiradores pero por buscar y esperar el momento ideal, se resignan a vivir esperando desde la zona de confort, la cual poco a poco los va depositando en el reino de la mediocridad.
Como vengo diciendo el momento ideal nunca llega, con lo cual algunas personas que consiguen éxito en sus vidas, se han lanzado igual sin tener todos los vientos y condiciones a su favor.
Se aferraron a una serie de elementos que tenían y se pusieron en marcha para conseguir lo que querían, luego el tiempo los premió por su valentía de ir a por lo que soñaban, a pesar de los momentos duros y difíciles que han pasado durante la travesía.
Para ganar hay que lanzarse porque el momento ideal nunca llega, si no nunca hubieses de pequeñito aprendido caminar, ni andar en bici o examinarte para sacar el carné de conducir. En esos momentos te has armado de coraje y apoyado por las ganas de conseguirlo, lo has logrado.
Todos los seres humanos evitamos sea como sea evitar momentos de incomodidad e impotencia, algo que aparece cuando nos embarcamos en cosas nuevas, además si a eso le añadimos el miedo a equivocarnos, fracasar o no ser capaces, el no embarcar esta servido. Pero hay que entender que fracasar no significa equivocarse, sino que es “arrojar la toalla”, darte por vencido y no intentar nada nunca más, a eso le llamo fracasar.
Equivocarte es sinónimo de que estás vivo, de que experimentas y buscas subir de nivel, con lo cual cuando te equivocas estas aprendiendo e incorporando algo nuevo en tu vida.
Por esto buscamos el momento ideal, porque sabemos inconscientemente que no existe y nos sirve de excusa ideal para no actuar. Pero debo decirte que para embarcarse en un nuevo camino debemos olvidarnos de que las circunstancias externas vuelen totalmente hacia nuestro favor, porque eso no llegará nunca pero si hay otro momento ideal en el que podemos controlar y apoyarnos.
Cuando te conozcas interiormente y te sientas conectado con tu SER, estés motivado, goces de claridad en tus ideas, que sepas lo que quieres para tu vida y hacia donde te diriges, tengas seguridad en ti mismo y tus pensamientos tengan clara sintonía con tu SER, pues habrás encontrado tu momento ideal, éste será tu tiempo de partida, pese a que las condiciones externas no sean las ideales o perfectas.
Si dentro tuyo tienes alineado todo lo que comento en el párrafo anterior, podrás hacer el camino y enfrentarte a los obstáculos que te aparecerán, por más que estos muchas veces te haga caer, podrás levantarte con más fuerza y sabiduría, porque verás a estos como elementos de aprendizaje y superación, no te enfadarás con el mundo y arrojarás la toalla a la primera, si no que verás todo esto desde otra visión.
El momento externo ideal no existe, solamente el mejor momento ideal que puedes encontrar es el que transita por dentro tuyo, porque cuando dominas a éste último, ante la mínima oportunidad externa que veas, te lanzarás sin dudarlo.
Ahora bien, si buscas el momento ideal “externo”……sigue esperando pese a que tu vida se irá derritiendo a bastante velocidad……
Pedir con el ejemplo
Es muy común escuchar a las personas frases como “me ha faltado el respeto”, “que mala educación tiene”, “ni me ha dado las gracias”, “¡que desastre, deja todo sin ordenar!”, y muchas más. Siempre solemos estar mirando a como actúan los demás y esperamos de ellos, que respondan como “supuestamente” lo haríamos en su lugar.
Esperar que los demás reaccionen y actúen como lo haría uno, es una auténtica pérdida de tiempo y sobretodo de energía.
Hay que grabarse en la mente, que cada persona es diferente una de otra porque a parte de que nuestra ESENCIA se diferencia una de otra, todos tenemos diferentes saboteadores y creencias limitantes, pero a su vez los egos en algunas personas son más fuertes y dominantes que en otras.
Además todos tomamos diferentes actitudes frente a los sucesos que se nos presentan como los estados anímicos varían durante el día varias veces.
Dicho esto, como verás es sumamente difícil saber como actuará y reaccionará una persona, con lo cual que encima lo haga de la manera que tú quisieras, ya es más que difícil.
Muchas veces creemos que las otras personas son robots, es decir, buscamos programarlas para que hagan nuestra vida sencilla, sin obstáculos, ni discusiones, flexibilidad, debates y tensiones. Todo SER humano busca vivir desde lo que es, pero antes debe sobreponerse a sus batallas internas para poder ir hacia sus objetivos, con lo cual a la hora de relacionarnos aparece todo esto porque recuerda que no somos perfectos.
Pese a todo esto, muchas veces nos empeñamos en pedirle a los demás y sobretodo a nuestro círculo más cercano, actitudes y maneras de actuar, pero ¿cómo te sientes tú cuando hacen lo mismo contigo?, por eso te propongo a continuación las siguientes preguntas para que las tomes a modo de reflexión:
-Si te gusta exigir constantemente a los demás, ¿cómo te sientes cuando lo hacen contigo?.
-Si eres de los que marcan los errores ajenos, no dejas pasar uno y encima jamás haces un reconocimiento a nadie, ¿Qué sientes cuando alguien te marca un error tuyo?.
-Si te la pasas criticando sin argumentos, porque ya es costumbre en ti criticar, ¿cómo reaccionas cunado lo hacen contigo?.
-Si ante la mínima que te sientes ofendido y atacado, reacciones con un insulto, ¿cuál es tu actitud cuando alguien te insulta?.
-¿Eres de los que cuando le cuentan algo, se distrae con cualquier cosa y no presta atención, pero en el momento que tú hablas, te enfadas porque sientes que el otro no esta ciento por ciento metido en tu historia?.
-¿Te gusta que te respeten y escuchen tu opinión? Y ¿cómo eres tú frente a las opiniones de los demás, sobretodo cuando éstas son muy diferentes a lo que piensas?.
-¿Te gusta que te presten atención cuando tienes dolores, pero cómo actúas cuando alguien te viene con ese tema?.
-¿Eres de los que exigen a los demás orden, limpieza y que no dejen tirado nada por ahí, pero tú pasas del orden y dejar todo en su sitio?.
-Si eres de los que te encantan tener todo bajo control , ¿qué sienten cuando intentan controlarte como tú lo haces?.
-Y a esos que criticas porque nunca acaban nada, ¿tú terminas lo que empiezas habitualmente sin despistarte en otras cosas?.
Pedir y exigir a los demás se puede hacer, pero para poder llegar a hacer eso, antes debes hacerlo tú y ¡que tus hechos prediquen con el ejemplo!.
No obstante siempre la otra persona tiene el derecho a decirte que si o que no, pero esta claro que cuando uno pide al otro con el ejemplo, tiene altísimas probabilidades de obtener un “si” o que la petición sea tenida en cuenta.
Los escudos protectores y motivadores
Habitualmente cualquier camino que comencemos, estará compuesto durante la travesía de obstáculos, dudas, inseguridades, miedos, incertidumbres entre otros, con lo cual si queremos llegar a destino, deberemos afrontarlos, enfrentarlos y superarlos.
Si repasas la historia de los países, imperios, reinos de hace muchos siglos atrás, verás que una característica común era la de proteger los castillos con grandes murallas y sus guerreros portaban escudos junto a las espadas para asistir a las batallas.
Ahora mientras escribo este último párrafo se me viene a la mente la película 300, en la cual con un pequeño ejército, pero muy bien entrenados tanto mental como físicamente, vencían a grandes ejércitos. Y lo que portaban cuando iban a la batalla, aparte de su destreza, era un escudo y una espada, los cuales les era suficiente para vencer.
Llevando estos símbolos del escudo y la espada a nuestro camino para lograr objetivos, diría que muchas veces andamos sin nada de esto y no es porque no lo tengamos, sino que esto se debe a nuestra pereza de buscarlos y construirlos para utilizarlos.
Al inicio hablada de que cualquier camino que emprendamos, nos enfrentaríamos a miedos, dudas, inseguridades, etc….., con cual debemos hacer frente a estos, primero defendiéndonos de sus ataques y luego dar un paso al frente para alejarlos de nuestro camino.
Con lo cual relacionando esto con los símbolos que mencionaba antes, será necesario tener algo parecido, tal como a lo que denomino “ESTRUCTURAS EMOCIONALES PARA LLEGAR A LA META”. Estas serán nuestro escudo y espada, con lo cual deberemos crearlas y por supuesto..¡utilizarlas!!!.
Ahora bien ¿qué son éstas estructuras?, son aquellas que nos ayudarán a ahuyentar a nuestros saboteadores, a defendernos del ego y darnos motivación, confianza, empujarnos a la acción en cuanto se nos presenten los miedos, las inseguridades y las dudas.
Por esto será muy importante que te las crees tú, porque para que sean efectivas y funcionen deben estar conectadas muy íntimamente contigo, con tu esencia y lo que eres.
Tal vez te estés preguntando ¿cómo son?, pues te diré que pueden adoptar varias formas, pero las más habituales son imágenes de paisajes que te encantan, frases que te motivan e inspiran, personas o personajes que admiras ciertas características, libros que te hacen vibrar o moverte, objetos grandes, pequeños, medianos que al mirarlos te conecten con algunos de tus valores, virtudes o metas que tienes planteadas, puede ser también canciones, figuras, fotos.
Te doy un ejemplo de una Estructura Emocional mía, en mi mesa de trabajo tengo una figura de un águila, ya que a mi cada vez que la veo me conecta con estar centrado y ser eficaz a la hora de actuar, como también evitar distraerte con tonterías.
Son ideales cuando estamos desorientados, preocupados, inseguros, fuera de foco o desmotivados, conectarnos con ellas, para que nos cambien completamente la actitud y seguir en el camino con ganas, valentía y motivación.
Las ESTRUCTURAS EMOCIONALES PARA LLEGAR A LA META son de grandísima ayuda para todos los momentos, son nuestros escudos protectores y motivadores, a los cuales si te acostumbras a desarrollarlos y utilizarlos, será muy difícil que tus desestabilizadores emocionales pueden contigo.
¡Quiero todo y no llego a nada! (parte II)
Continuando con la segunda parte de este post que comencé la pasada semana sobre la gestión del tiempo, ahora toca adentrarnos en tres aspectos que afectan mucho a la hora de gestionar adecuadamente este tema, que son, los apegos y el control, no saber decir “NO” y la falta de un plan claro, concreto y preciso.
El control y el apego es algo por el que pasamos todos, algunos en más medida, otros menos, en algunos casos se los sabe gestionar adecuadamente y otras veces se nos escapa de las manos, dando paso a adoptar una actitud desfavorable para alcanzar los objetivos propuestos.
El apego es algo que nos hace perder mucho tiempo y energía, es un devorador de cualquier intención, deseo o cosa nueva que quieras emprender, la verdad que constituye una herramienta perfecta para nuestro saboteador, para que nos quedemos en la zona de confort.
Apegos hay de muchos tipos, pero respecto a la gestión del tiempo el que más predomina es esa sensación de no querer dejar algo a lo que estas acostumbrado pero en el fondo sabes que debes hacerlo si quieres volar, es decir, necesitas imperiosamente quitarte ese peso de encima.
Este tipo de apego aparece cuando tienes una actividad o relaciones personales y/o profesionales que te quitan tiempo y energía, sabes que lo debes dejar, pero esa sensación de desapego (el imaginarte que no lo tendrás más o como era antes) genera dudas, miedos, inseguridad y hace que sigas apegado a ello, dejando de lado un mundo de posibilidades y crecimiento personal-profesional, que te harían avanzar, pero si el apego es fuerte, no podrás volar.
El apego tiene un “compañerito” de batalla que se llama control, en algunas personas cuando tienen esta doble combinación, lo de volar hacia nuevos rumbos, estará muy complicado.
El control y en algunos casos obsesivo, es un gran lastre, que genera muchísima pérdida de energía, tiempo y además provoca mucha ansiedad.
Las personas que tienen esto esconden una gran inseguridad.
Los que se sienten inseguridad necesitan al apego y el control obsesivo, porque ven fantasmas desestabilizadores por todas partes, lo cual les hace perder tiempo y energía, y quienes se encuentran atrapados por estos patrones, les será sumamente difícil subir de niveles en sus vida.
El otro punto importante a revisar en la gestión del tiempo es el aprender a decir “NO”, y esto es necesario incorporarlo a nuestra vida si queremos avanzar. Cuando dices “SI” a algo que no quieres hacer o te representa una carga, además de provocarte pérdida de energía y tiempo, estas diciendo “NO” a algo importante para tu vida y objetivos.
Cuántas veces ciertas personas te piden favores que no quieres hacer porque no se lo merecen o bien te utilizan, además de no darte nunca te nada a cambio (ni las gracias), pero lo haces, aunque sea de mal humor y sin ganas.
Al hacer esto, le estas diciendo “NO” a algo importante para tu vida.
Finalmente, la falta de tener un plan claro, concreto y simple hace que pierdas mucho tiempo, demasiado diría. Porque al carecer de esto, parecemos un barco en alta mar, sin brújula, ni radar y que solamente nos dedicamos a seguir los caprichos del viento.
También están los que tienen un plan, pero al no ser constantes, ni disciplinados y dejarse llevar por los mensajes seductores de sus saboteadores, no lo cumplen de modo que se quedan anclados en su zona de confort.
Espero que con estas dos entregas puedas reflexionar en que aspecto debes mejorar (si es que te hace falta) para tener una muy buena gestión del tiempo, de modo que puedas disfrutar de tu vida y alcanzar lo que te propongas.
¿Eres de los del medio lleno o vacío?
Durante cada día de nuestra vida nos enfrentamos a decisiones, acontecimientos esperados y no tanto, a imprevistos, retos, obstáculos y todos estos nos llevan a reflexionar sobre los resultados obtenidos, momento en cual solemos tomar una actitud ante esto.
Llegado a ese punto, toca tomar una actitud, por cierto esto es lo único que podemos controlar al cien por ciento, aparece la famosa frase de ver a los resultados con el vaso medio lleno o medio vacío.
Habitualmente muchas personas suele estar en constante carrera por ver y buscar lo que le falta, desea y espera ansiosamente conseguir, pero cuando esto sucede no suele dársele el valor adecuado a lo obtenido, porque rápidamente se esta pensando en otra necesidad o deseo para alcanzar.
Realmente no veo nada mal que las personas sean ambiciosas y busquen lograr objetivos que les inspiren, le conecten con sus Valores, Visión y Misión de Vida, es más, si queremos llegar a la cima debemos ir trazando pequeñas metas para que superando todas ellas, lleguemos al gran objetivo final.
El problema surge cuando no se valora lo conseguido y se piensa en otro objetivo nuevo para calmar ansiedades o evitar sentarse a reflexionar sobre lo que se quiere en realidad, esto es muy común en aquellas personas que no tienen claridad en sus valores ni en lo que quieren y son realmente.
En este punto aparece el tema de la actitud a tomar, la cual es muy apropiada para elegir como ver los resultados, si con el vaso medio lleno o vacío.
Imaginemos que vamos por el desierto, llevamos una larga travesía, tenemos mucha sed, nos queda muy poquito para llegar, pero por la falta de agua seguramente no podremos hacerlo. Aunque en nuestro poder tenemos una botella con agua cuyo contenido esta por la mitad, ese problema no lo tendremos porque al beberla, tendremos hidratación suficiente para llegar hasta el próximo destino.
Llevando esto a nuestros días es parecido, cuando tomamos la actitud del medio vaso lleno, nos permitirá ver lo que tenemos y hemos conseguido, valorar nuestros afectos, aprovecharnos de nuestras habilidades, además de proporcionarnos tener bien la autoestima para seguir caminando en busca de objetivos.
Sin embargo cuando caemos en el medio vaso vacío, nos olvidamos de todo, dejamos que nos gobierne la ansiedad, el ego, las prisas, los miedos, la falta de tolerancia, la ira y la queja constante, que luego se vuelve absurda.
Cuando vivimos desde la perspectiva del vaso medio vacío, no tenemos claridad suficiente para ver las cosas, nos obcecamos y obsesionamos con lo que nos falta, dejando de lado todo lo bueno que nos rodea. Esto es igual, volviendo al ejemplo de la travesía por el desierto, de ir pensando cuando queda muy poquito que necesitamos mucho agua bien fresca, nos obsesionamos con ello y esto hace olvidarnos que llevamos encima una botella con agua hasta la mitad, la cual nos ayudaría a llegar, pero como la mente esta cerrada en el agua fresca, finalmente nos desfallecemos y perdemos la oportunidad de llegar.
Ver las cosas desde la perspectiva del vaso medio vacío produce una enorme carga emocional y va disminuyendo la autoestima, sin embargo situarse en la posición del vaso medio lleno, disminuye la carga emocional negativa y potencia tus habilidades y autoestima.
Tú decides, de que lado quieres ver tus resultados y tu vida
El puzzle del éxito (parte I)
La palabra éxito supongo que debe ser una de la que más deseamos y buscamos a lo largo de nuestra vida. Trabajamos a diario y realizamos actividades con el fin de alcanzar una posición y el sitio deseado.
También capta mucho nuestra atención cuando escuchamos cualquier mención de claves que nos lleven al éxito, como así también se suele seguir o mirar a personas que alcanzan la cima.
Todo esto está muy bien hasta el momento en el que queremos llevarlo a la práctica en nuestra vida, porque a partir de aquí comienzan los verdaderos problemas e inconvenientes para las “recetas mágicas del éxito”.
Y ¿por qué sucede esto?
Muy simple, porque todos somos diferentes en ESENCIA, con lo cual no tenemos una fórmula que nos sirva a todos por igual, con lo cual debemos crear algo a la medida de cada uno, esto es como hacerse una camisa a medida.
Para tener éxito se debe crear por uno mismo un plan específico, porque las “recetas mágicas para el éxito” solo sirven como ideas para inspirarnos hacia un plan de acción que nos conduzca al éxito, ya que si lo copiamos fielmente, seguramente los resultados no serán los mismos de quien nos lo ha pasado.
Dicho esto, lo primero que se debe hacer es definir “¿qué es éxito para ti?”.
Es fundamental preguntarse y responder a esto, porque para cada persona tiene un concepto diferente de esto y hasta que no tengas claridad en lo que significa para ti, jamás podrás valorar si lo has alcanzado o no.
Una vez que hayas definido “¿qué es tener éxito?”, automáticamente borrarás de tu mochila emocional una enorme carga, porque dejarás de fijarte en un montón de personas que supuestamente tienen éxito para muchos, pero no para ti.
Y esto es un enorme avance, porque muchas veces nos cargamos de frustraciones por no alcanzar el éxito pero resulta ser, que ése no es el que deseamos, sino que lo es para una parte de la sociedad, pero por no tenerlo clarificado esto nos genera insatisfacción en nuestra vida.
Definido claramente lo que significa éxito para ti, llega el momento de comenzar a ordenar los recursos que tienes y conseguir los que no, para crear un plan y mediante éste poder ponernos en marcha para alcanzarlo.
Con lo cual deberás hacer un viaje interior para recolectar tus recursos y tesoros internos, como así también mejorar debilidades, gestionar saboteadores y miedos, para que luego finalmente salgas al exterior y poder caminar hacia tus objetivos.
Una de las primeras piezas del puzzle que deberás encontrar son las de tus VALORES, será necesario re descubrirlos y conectarte con ellos, ya que estos cumplen un papel vital en cualquier objetivo que desees y busques alcanzar.
Recuerda que los VALORES no tienen nada que ver con la ética ni la moral, son tuyos, representan tu señal de identidad, marcan tu autenticidad y te diferencian de los demás. Así que con estos, no necesitas ningún tipo de aprobación por parte externa, porque los VALORES no se debaten, son de uno y lo único que debe hacerse es vivirlos y esto significa, que en cada acción que hagas, estén presentes.
Las siguientes piezas del puzzle que te llevan a tu éxito las veremos en el siguiente post, pero recuerda que es muy importante que tengas muy claro el significado de la palabra “éxito” para ti y que te conectes con ello.
¿Te consideras una persona de pensamientos positivos?
A medida que pasan los años creo y soy un ferviente fan, de que los resultados cosechados son el fruto de la siembra y de como fue acompañado ese proceso, aunque en la sociedad actual desde hace varios años se está vendiendo otra manera de hacer las cosas.
Las prisas, fórmulas mágicas o diez pasos para el éxito son moneda corriente a día de hoy, como también que se debe ser positivo y trasmitir buenas energías.
Esto último de ser positivo estoy de acuerdo como también el de transmitir buenas vibraciones, pero claro, esto no se consigue solamente con desearlo, diciéndolo o poniendo frases motivadoras en las redes sociales, porque todo esto no tendrá efecto sino lo sientes y lo practicas a diario.
Para lograr tener más pensamientos positivos que negativos, se debe tener un gran trabajo de fondo hecho y esto significa, haber realizado un profundo viaje interior, porque con repetir como un loro frases positivas que lees no sirve, ante todo hay que creérselas y experimentarlas.
Digo esto porque hace más de diez años era uno de estos, me pensaba que con solamente decirle a los demás cosas buenas y repartir ánimos era suficiente, pero omitía lo más importante, que era decírmelo a mi mismo y creer en ello mediante su experimentación.
Con cual es necesario conectarnos con lo que somos, nuestros propios valores y pasiones. Pero con solo esto tampoco alcanza, es más, diría que es el comienzo porque lo difícil viene luego, que es detectar a nuestros saboteadores y creencias limitantes (profundicé sobre ellas en el anterior post), porque estos dos agentes se encargan de mantener bien altos a los pensamientos negativos.
Si una persona no re programa sus creencias, se deja seducir y avasallar por sus saboteadores, no puede con su ego….por más que diga cosas positivas, ¡no creerá en ellas!, ya que no las siente porque no las experimenta en sus acciones diarias.
Para transmitir buena energía y mensajes positivos hacia el exterior es necesario vivirlas internamente y crear hábitos para ello, no hay otra receta.
“Lo que PENSAMOS es lo que CREEAMOS”
Una cosa es que tu entorno te considere una persona positiva, porque trasmites mensajes positivos y de ánimo, pero otra muy diferente es que haces con tus pensamientos cuando te encuentras solo.
Y esto último es la clave de todo, ahí es donde se cocina el asunto, porque en los momentos que estamos solos, aparecen mil pensamientos y muchos negativos, la clave es el tiempo que permanecen alojados en tu mente.
Pensamientos negativos tenemos todos (me incluyo en este grupo) pero el punto clave es la actitud que tomamos cuando aparecen, si te recreas en ellos y les dejas permanecer días, horas, semanas, meses o cuando apenas eres consciente de ello, los cortas de raíz y les reemplazas con pensamientos positivos.
Aprovechando que ahora viene la Semana Santa y hay un poco más de tiempo libre, te propongo que realices un ejercicio que hago en los cursos de Liderazgo Empresarial, el cual consiste en que tengas una libreta a mano, dividas las hojas en dos partes, en la primer columna pongas el signo “+” y en la otra el “-“, con lo cual a medida que te aparezcan los pensamientos, los apuntes en la parte de la hoja a la que pertenezca.
La idea de esto es que seas sincero y puedas revisar los resultados al cabo de tres o cuatro días, los cuales te aseguro que te sorprenderán. Con esto serás consciente de que tipo de pensamientos tienes y ahí podrás responder con conocimiento si,
¿Eres una persona de pensamientos positivos?
Convierte una idea en un hecho (parte II)
En el post de la pasada semana terminaba con que una vez definida la visión que quieres alcanzar o concretar una idea, llega el momento de trasladarla a la acción, algo que a muchos les cuesta arrancar y a otros no se les da bien llegar hasta el final del camino.
Para ponernos en marcha necesitamos implementar un plan, hay que dedicar tiempo con el fin de identificar y determinar etapas, pasos o establecer pequeñas metas para llegar hasta la cima. La mayoría de las personas que carecen de un plan claro y definido, suelen abandonar pronto el camino.
Cuando elaboras un plan que te motive y a su vez te transmita confianza de que podrás cumplirlo, ponerte en acción te será sencillo, ya que cuentas con dos herramientas poderosas, una visión o idea inspiradora y un plan que te aporta seguridad para ejecutar las acciones correspondientes.
Este paso es importante, pero lo que lo hace más potente es cuando lo escribes en un papel, porque eso de “que tengo todo en la cabeza”, es un arma peligrosa, porque con el pasar de los días, la acción de los saboteadores y los obstáculos que se nos presentan, hacen que se olviden muchos detalles y además solemos perder en varias ocasiones, la noción de la etapa en curso.
Por eso dedica tiempo a escribir las etapas y estrategias de tu plan, tener una imagen visual sobre esto, es muy importante para nuestra mente.
Otro problema que encontramos en llevar a cabo nuestras ideas, es el miedo que nos infunden y transmiten nuestros saboteadores. Estos suelen aparecer en nuestra mente como voces muy molestas y de manera constante, enviando mensajes relacionados con el fracaso, la frustración, baja autoestima, inseguridad, nos recuerdan que el entorno es hostil y malvado con nosotros, que debemos retirarnos antes de perder, que no vale la pena hacer lo que estamos haciendo, etc……..
Es necesario que tengamos identificado a nuestro saboteador y saber en que momentos suele aparecer y bajo que forma, recuerda que los saboteadores aman y adoran nuestra zona de confort, con lo cual harán todo lo que esté a su alcance para que no nos movamos de allí.
También otra cosa que nos sucede cuando estamos en medio del camino o que ya hemos hecho un buen recorrido, es que nos descentramos más de lo que imaginamos. Formas de hacer esto hay muchas, desde cualquier excusa para no ponernos a hacer lo que toca en ese momento, a concedernos bastantes excepciones, perder constancia, intensidad, saltarse hábitos, permitirse descansos y momentos de esparcimiento innecesarios, hace que perdamos el foco.
Cuando perdemos el foco, comienzan los problemas, porque nos dejamos llevar por el ruido externo, perdemos energía y además entra en escena el apego al resultado en vez de centrarnos en el proceso y en el momento.
Otro aspecto que nos aparta del camino hacia la realización de una idea, es cuando nos dejamos dominar por el ego, y éste aparece en los momentos que obtenemos pequeños logros.
El ego muchas veces nos hace olvidar lo que falta, seguir manteniendo la disciplina y los hábitos que nos llevaron a eso. Con lo cual hace que nos crezcamos, perdamos el foco, comencemos a relajarnos sin darnos cuenta hasta que al despertar, nos damos cuenta que todo lo que habíamos hecho, se ha desvanecido y el volver a empezar nuevamente, a muchos les hace abandonar la concreción de su idea.
Como verás hay muchos aspectos que debemos dominar a la hora de poner en marcha una idea o visión inspiradora, con lo cual debemos estar atentos a cada etapa y poner en cada una de ellas mucha pasión, concentración, intensidad, paciencia, tolerancia y sobretodo,
¡creer en lo que se hace y en el beneficio espero conseguir!.
Todos la valoran, pero cuesta aplicarla
La sociedad en que vivimos y el sistema del que estamos inmersos, se ha preocupado durante décadas que este valor tan apreciado por la gran mayoría de las personas, cueste mucho practicarlo tanto de manera interior como exterior.
Y ¿de qué valor estoy haciendo referencia?, de la sinceridad.
Las dos herramientas muy potentes que se han utilizado para neutralizar la práctica de este valor, son más “el quedar bien” y “comportarte de manera políticamente correcta”, estas dos armas suelen herir bastante a nuestra sinceridad, porque nos hace tener dos caras y esto produce una enorme disidencia entre pensamiento, palabra y acción.
Cuando una persona dice cosas que no siente o actúa de manera diferente a lo que piensa, está actuando bajo una máscara, porque su verdadero interior le esta diciendo otra cosa, pero por ciertas circunstancias o presión del entorno, prefiere adoptar actitudes falsas para quedar bien delante de una situación o ciertas personas.
El problema de que cuando actuamos así perdemos el elevado hándicap que nos aporta la pasión y motivación, ya que en cualquier cosa que hagamos cuando estamos en sintonía con nuestros valores y visión de vida, aparecen estos dos actores que nos ayudan a superar obstáculos y a superarnos.
Actuar con sinceridad tanto con nosotros mismos como el entorno que nos rodea, en la mayoría de las situaciones duele, porque muchas personas y uno mismo trata de aferrarse a bonitas mentiras, y esto nos lleva al desastre. Este destino llegará tarde o temprano, quieras o no quieras y cuanto más alargues el desenlace, peores consecuencias sufrirás.
La sinceridad es una enorme amenaza para los saboteadores, tanto para los tuyos como los del entorno que te rodea. Porque a éstos les encanta vivir en la zona de confort y tratarán de seducirte con cualquier mensaje con tal que no avances.
La mayoría de las consultas que recibo por parte de mis clientes o personas conocidas es: ¿por qué cuando estamos haciendo cambios positivos para nuestra vida, el entorno que nos rodea pone muchas trabas?.
Y ésta pregunta surge porque nos duele que ciertas personas nos ataquen cuando buscamos cambios positivos. Pues esto sucede porque el saboteador de ellos ven en tu cambio de actitud una enorme amenaza y cuanto más sincero seas con la otra persona y contigo mismo, más te atacarán.
Cuando alguien ha cambiado y actúa con sinceridad, ciertas personas ven en éstos reflejadas a todas sus vulnerabilidades o aspectos a mejorar, tales como las frustraciones, inseguridades, sus creencias limitantes, sueños rotos, su falta de actitud y heridas del pasado. Por esto es que te atacan y tratan de bombardearte para que no cambies o bien no hables de estos temas con sinceridad.
Los saboteadores buscarán siempre que no actúes desde tu autenticidad y sinceridad, ya que si te acostumbras a vivir desde esta perspectiva, estarás constantemente superando límites, obstáculos, barreras internas, vivirás con muchísimas menos cargas emocionales y además podrás inspirar a otras personas a que mejoren como seres humanos desde tu actitud.
Para terminar quiero aclararte que ser sincero no es sinónimo de faltar el respeto a los demás sino todo lo contrario, porque esto es un truco que se utiliza para manipular a que no seamos sinceros y sigamos siendo robots que actúen bajo el programa de ser políticamente correctos.
Mientras digas y opines desde tus conocimientos, experiencias y sensaciones sin desmerecer, ni manipular, ofender o calumniar a otras personas, puedes ser altamente sincero con los demás pero primero debes serlo contigo mismo.