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Si te equivocas aprendes, si te resignas fracasas; y tú qué eliges?
El pasado viernes me tocó vivir una fantástica mañana en un colegio de San Sebastián, Donostia, al cual fui invitado por su director, Víctor Vitoria (una auténtico espejo de pasión y amor por lo que hace), para dar dos charlas acerca de herramientas de coaching, liderazgo, motivación y gestión del miedo.
Se trataba de dos grupos, uno de 2 bachiller y el otro de 1 bachiller, los primeros camino a entrar a la universidad y los segundos les queda un año y medio para ese gran cambio.
La primera sensación que tuve cuando iba a comenzar la charla, es que sentí en ellos ilusión pero al mismo tiempo ciertos miedos y dudas. Esta impresión la fui corroborando con el pasar de los minutos. Tienen muchas ganas, muchos sueños pero sienten las mismas emociones intimidantes de los adultos, tales como inseguridades, ansiedades, apego al resultado y miedo a equivocarse, les suena no?.
Por eso cuando viajaba en el tren de regreso a casa, me quedé reflexionando que muchas veces se pasan por alto a los adolescentes porque se dice que están en otras cosas pero me encontré realmente con personas que expresaban y transmitían muchos valores y emociones muy conocidas.
Tenemos metida en nuestra mente una falsa creencia que el equivocarse es muy malo, parece que debemos ser castigados por ello y lo hacemos nosotros mismos retirándonos de la escena, muchas veces antes de actuar ó una vez que fallamos nos decimos palabras muy duras, pero no nos olvidemos que el SER humano es imperfecto con lo cual tiene que equivocarse si ó si!!!.
La persona que se equivoca, es aquella que actúa, experimenta, hace cosas y de eso muchas veces el resultado es bueno y otras veces no, con lo cual cuando sucede lo segundo, se reflexiona sobre lo sucedido, se mira lo que es mejorable y a partir de ahí de nuevo a la acción, porque cuando hay perseverancia, paciencia, constancia y compromiso las cosas se logran, tarde ó temprano pero se consigue el objetivo.
Sabemos que el miedo es una señal para paralizarnos, son escenarios imaginarios que crea la mente junto a los saboteadores, apoyados en las creencias limitantes y hacen que no actuemos. El problema es que cuando más temor tengas a equivocarte, fallar ó hacer el ridículo, te irás quedando, tu campo de actuación será menor y cuanto más pase el tiempo atrapado en ese lugar, tus sueños, ilusiones y pasiones se te irán pulverizando.
Entonces entrarás en el peor estado que para mi puede tener una persona, la resignación. Cuando permaneces en esa emoción, tienes todas las papeletas para no actuar más, te convertirás en un espectador de la vida de los demás, estarás sepultado en el victimismo y todo eso se resume en: FRACASO.
Lo que cuento en el párrafo anterior es fracasar, es arrojar la toalla, habrás claudicado ante tu saboteador, es entregarle tu valiosa y preciada vida al personaje que habita en ti, el ha ganado la partida con mensajes inexistentes, infravalorándote y abusando de ti.
Por eso toma fuerzas, TU ERES MAS GRANDE que el saboteador, los miedos y las inseguridades, para llegar a un sitio es necesario caminar, experimentar, superar obstáculos, aprender de las experiencias vividas e ir superando tus propios límites, sólo así alcanzarás tus objetivos, sino te equivocas jamás podrás conseguirlos.
Por eso tengo claro que si te equivocas aprendes, si te resignas fracasas; y tú qué eliges?.