Archivo
¿Buscas reconocimiento? (Parte I)
Este tema del reconocimiento es uno de los temas que más me gustan, de hecho es una de habilidades necesarias de un Coach que debe tener, la cual en determinados momentos debe transmitírsela a su cliente en determinados momentos de las sesiones o procesos.
Cuando me puse a escribir el post, me he dado cuenta que el tema en desarrollo se extendía, así que decidí hacerlo en dos entregas, la siguiente será publicada el próximo martes 4 de marzo.
Volviendo al tema, el reconocimiento es una de la cosas que nos persigue durante toda nuestra vida, no podemos escaparnos de él, queramos o no estará ahí, y esto nos va marcando a medida que crecemos.
Para mí el reconocimiento es algo muy bueno, más cuando se lo das de forma sincera y placentera a otra persona, además es necesario y funciona para nuestra autoestima como el aceite para un coche. El cual se le debe recargar y revisar, ya que la falta de éste hace que el vehículo no se puede utilizar y en caso que lo hagas, destrozarías el motor.
Con el reconocimiento en nuestra vida, sucede lo mismo, es muy necesario para sentir que estamos actuando bien, nos provoca confianza, tenemos la sensación de que estamos aportando y a la vez vemos que somos importantes, pero…….. esto tiene una pequeña trampa.
¿Cuál es la trampa del reconocimiento?,
dependerá de dónde viene.
El reconocimiento puede venir de dos lados, uno del exterior y el otro desde el interior, el primero puede jugarte muchísimas malas pasadas como buenas, pero el segundo es sincero e inspirador, y además no tendrás apego a él, cosa que en primero pasado el tiempo te haces adicto.
Cuando el reconocimiento proviene de afuera y nos acostumbramos a hacer las cosas con el fin de cosechar muchos de estos, la mayoría de las veces solemos desconectarnos de nuestro SER para recolectar todos los elogios posibles, sin tener en cuenta la calidad de estos ni de dónde provienen.
Esto trae como consecuencia, que poco a poco esto se nos convierte en un apego, trayendo como consecuencia que con el tiempo trae muchos “bajones” anímicos.
El reconocimiento externo les fascina enormemente a nuestro EGO, es lo que más le gusta, busca, pelea, se enfada, lucha y quiere, “que el mundo esté a nuestros pies”, no, mejor dicho “¡a sus pies!”.
Así nos ponemos emocionalmente y anímicamente cuando buscamos en cada cosa que hacemos un reconocimiento externo, nuestro EGO a medida que actuamos desde esta perspectiva, se hace más fuerte, trayendo como resultado que perdamos autenticidad y conexión con algunos de nuestros valores.
Esta actuación nuestra (muchas veces inconsciente) da paso muchas veces a nuestra peor versión de nosotros mismos con tal de encontrar y llevarnos ese reconocimiento externo tan esperado.
Todo esto es agradable y bonito cuando hay bastante reconocimiento externo, pero ¿qué pasa cuando eso no llega y a veces no viene nunca?….
CONTINUARA
El ego y la confianza en uno mismo
La línea que separa al ego de la confianza en uno mismo muchas veces es realmente muy fina, hace falta bastante conocimiento en uno mismo para saber de que lado se está actuando en ese momento, pero lo que si está claro que no son lo mismo aunque a veces se les confunden.
Muchas veces las personas que actúan seguras de si mismas se las califica como soberbias, orgullosas, sin humildad o que son egocéntricas, puede que lo sean a veces pero para definirlos así, se deberá primero saber diferenciar estos dos elementos y que mejor primero hacer las prácticas con nuestra propia persona.
Calificar o ponerle un “cartelito” a los demás es muy fácil, es más, pareciera que nos enseñan desde pequeños a clasificar según ciertas creencias quién es bueno, malo, lindo, feo, amigo, enemigo….. y podría seguir enumerando palabras pero ¿en qué nos basamos para definir así a las personas?.
Seguramente será a través de ciertas experiencias o creencias pero válidas solamente para quienes nos la enseñaron porque otras personas tendrán otras diferentes. Digo esto porque antes de hablar, opinar o poner un “cartelito” a personas es bueno informarse a través de nosotros mismos.
Por ejemplo, si llamamos soberbio a alguien es porque sabemos y hemos sentido la soberbia o bien puede a lo que una persona llame soberbia, tú la llames orgullo o ego, la idea que quiero transmitir con esto, es que cuando pones un “cartelito” a alguien es porque tú has experimentado o conoces bien eso que dices.
Volviendo al tema del ego y la seguridad en uno mismo es primordial para cada persona reconocer esta diferencia dentro de si mismo, porque a veces lo confundimos, a mi me pasa algunas veces el creer estando actuando por seguridad en mi mismo pero la realidad es que el Ego comanda esos actos míos.
Una persona segura en si mismo sabe lo que quiere y busca para su vida, actúa sin dudar, cree en lo que hace, no necesita la aprobación de los demás ni actuar para contentar a todos. Se rige por sus valores, vive cada momento en base a su Visión de Vida y de manera consciente o inconsciente va dejando su huella, beneficiando a quienes le rodean.
Y aquí lo más importante y fundamental que lo separa del ego, una persona segura de si mismo sabe actuar con humildad cuando se equivoca o no sabe algo, sabe rectificar, pedir disculpas, buscar soluciones, eliminar lo que no funciona, aprender de otras personas por más que sean inferiores a él en muchos aspectos, no le importa “arremangarse” para encontrar soluciones y enmendar errores, lo que busca es crecer para seguir subiendo niveles.
Una persona segura de si mismo no falta el respeto a otros cuando opinan diferente a él, no necesita gritar ni pegar puñetazos a la mesa para que lo escuchen, es una persona que habla con confianza y sus palabras transmiten seguridad, aporta tranquilidad en la incertidumbre y se deja llevar sabiendo que el momento llegará para hacer lo que tenga que hacer.
También muchas veces una persona de estas características cuida su energía y prefiere evitar el contacto con ciertas personas, ya que debatir con estas significa enfrentar a sus saboteadores, miedos, frustraciones, egos y esto es algo que desgasta mucho, con lo cual prefiere quedar como inaccesible antes de perder tiempo en absurdas discusiones que no lleven a nada.
Cuando el ego domina a una persona la ecuación cambia completamente, aparece la intolerancia, la ansiedad, la inseguridad en las palabras, predomina el grito, la violencia verbal, el desprestigio a las opiniones del entorno, desaparece la comprensión y la flexibilidad, aparecen el orgullo, la obstinación, el miedo a perder, la soberbia y predominan los altibajos emocionales, convirtiéndose el entorno como un escenario a batir.
Por eso como decía a inicio de este post es muy bueno saber diferenciar nuestros estados a la hora de actuar, porque nos evitará poner “cartelitos” equivocados y además sabremos en que perspectiva estamos situados, si en la del ego o en la de la confianza en uno mismo.
Conocerse a si mismo es una gran paso para alcanzar la CONFIANZA y SEGURIDAD en uno mismo.
Los expertos de la distracción
Cuando buscamos algo diferente en nuestra vida, o tenemos ideas nuevas para poner en marcha o bien necesitamos queremos un cambio de ciclo, siempre suelen aparecer unas voces incómodas en nuestra cabeza para que no demos el salto. Estas nos infunden miedo, inseguridad, muchas dudas, nos bombardean la autoestima, para que no rompamos ese techo tan molesto que tenemos sobre la cabeza que nos impide subir de nivel.
Todos estos mensajes son obra de nuestros saboteadores, que nos recuerdan en todo momento nuestras creencias limitantes. Esto sucede porque ellos son unos auténticos guardianes de nuestros límites, odian profundamente que los traspasemos, con lo cual ante la menor tentativa de hacerlo, salen a escena rápidamente a interferir en nuestros planes de cambios.
A la hora de actuar suelen utilizar un arma muy potente para nosotros, que son las creencias limitantes. Estas en la mayoría de las ocasiones pulverizan nuestros aires de cambios, con lo cual los saboteadores se alimentan de ellas y buscan en todo momento recordárnosla para que no actuemos y además que no intentemos desterrarlas, porque si re programamos ciertas creencias ¡les haríamos mucho daño a ellos!.
Otra arma sutil que utilizan los saboteadores, son las excusas que ponemos a menudo para auto engañarnos, ya sea para no ponernos en acción o cambiar hábitos, ellos saben que utilizando ciertas creencias, les haremos caso para no actuar. Habitualmente esas creencias son mentira, pero sirven para auto engañarnos muchas veces y así escapar de la acción que nos lleva al cambio o a lo nuevo por conocer.
Todo esto nos aleja de nuestra ESENCIA y de los sueños que tenemos, pero todo se hace mucho más complicado cuando aparece nuestro Ego y nos dejamos arrastrar por él.
El problema de que el ego tome el mando de nuestras acciones, es que todas van enfocadas a buscar un reconocimiento y aprobación externa que no nos sirve para nada, porque cuando dependes de esto para estar bien, te garantizo que vivirás un auténtica “montaña rusa emocional”.
Dejar nuestra vida en manos del saboteador, las excusas, las creencias limitantes y el Ego, es una apuesta que nos llevará al encarcelamiento de nuestra ESENCIA y de todos nuestros sueños.
Por eso debemos aprender a gestionar a estas voces, debo decirte que no pueden eliminarse definitivamente, porque siempre están ahí y lamentablemente los tenemos incorporados. Lo que si podemos hacer es minimizarlos al máximo y el primer paso de esto es, identificarlos cuando entran en escena.
Una buena forma de practicar esto de identificarlos es; si te pones a observar dos personas discutiendo sobre cualquier tema, verás como en ambas partes lo que está ausente completamente es la ESENCIA, lo que predominan son sus saboteadores, sus egos, sus creencias limitantes y las ganas de vencerse mutuamente, no se busca crecer en ese debate y aprender algo nuevo, sino es imponer el Ego de uno sobre el otro.
Y me pregunto: ¿ganar una discusión sobre un tema que no depende nada de ti, qué beneficio le aporta a tu vida?.
Por eso es muy importante y desde mi punto de vista es elemental conocer tu ESENCIA (valores, visión, misión, pasiones), porque esto te ayudará muchas veces a que reconozcas si estás actuando tú o tu ego.
Cuando actuamos desde nuestro EGO perdemos “chispa”, autenticidad, desaparece casi toda la grandeza que tenemos, priorizamos lo superfluo o lo que tiene muy poca importancia para nuestros propósitos, nos encerramos, nos dedicamos a criticar, a volvernos negativos, buscamos confrontación y reconocimiento permanentemente.
Los saboteadores, las creencias limitantes, las excusas y el EGO son unos auténticos EXPERTOS de la DISTRACCION en el camino de tu felicidad. Y realización como SER.
Creamos lo que pensamos
Generalmente las personas nos movemos por lo que pensamos y sentimos, luego actuamos en base a una actitud que está totalmente influenciado por lo anterior, con lo cual es muy importante cuidar nuestros pensamientos porque finalmente eso es lo que creamos para nuestra vida.
Un ejemplo del más común sobre esto, es que si pensamos constantemente que todo está mal pues nuestra vida estará rodeada por cosas negativas o buscaremos en todo momento lo malo, en cambio si pensamos y actuamos desde el optimismo, crearemos una actitud positiva en lo que hagamos y digamos. Lo mismo si pensamos que no somos capaces en muchas cosas estamos convirtiendo a nuestra propia persona en alguien insegura, llena de miedos y con bastante baja autoestima.
Por eso el pensamiento es clave para crear una vida plena como también es necesario gestionar ciertas emociones para que no nos secuestren ni nos paralicen, entre ellas el miedo a muchas cosas. El tema es que con esto juega mucho nuestro saboteador interno, el cual con sus voces y mensajes de no abandonar la zona de confort, nos mete más miedo, hace que nos paralicemos muy a menudo y como resultado de esto nos alejemos de nuestros sueños.
En todo esto hay dos actores principales que juegan a diario en nuestra persona para dictaminar pensamientos, tomar posturas, actitudes, relacionarse, evaluarse a uno mismo, aceptarse, tolerarse y vivir, que son nuestro EGO y nuestra ESENCIA.
Estos dos actores los tenemos todos, ¡sí TODOS!. No he conocido hasta ahora a ninguna persona que no los tenga, me causa mucha gracia cuando alguien me dice que no tiene “egos”, habitualmente ésa persona es ¡la que más tiene!.
La clave del EGO es aprender a gestionarlo y minimizar sus acciones, para dar paso a nuestra ESENCIA de persona, que es la importante para vivir plenamente, pero vamos por partes para poder explicar mejor a estos dos actores.
El EGO busca en todo momento que nuestras acciones estén orientadas a buscar y recoger el reconocimiento de los demás, sentirnos importantes, competir contra los demás y mostrar lo bueno que somos al exterior. Otra postura que adoptamos cuando actuamos bajo la dirección del EGO es que cuando logramos las cosas es por lo bueno que somos, pero si salen mal es por culpa de los demás y la mala suerte.
El EGO no conoce a la autocrítica, está aliado a la manipulación y a buscar en todo momento la admiración de los demás, no conoce los errores propios pero si los ajenos, que cuando los ve es muy crítico y duro con los demás.
Cuando vives desde la perspectiva de la ESENCIA, la cosa es completamente distinta. Desde este lugar se busca una satisfacción interior, estás en constante búsqueda de mejorar, aprender, superarte, aceptar los errores y mejorarlo para SER mejor, no echas culpas a los demás sino que te preocupas en encontrar las respuestas dentro de tus conocimientos, talentos y virtudes de quienes te rodean.
Vivir desde la ESENCIA es no competir contra nadie, ni buscar reconocimientos verdaderos o falsos y admiración externa, lo que buscas es rendirte cuentas a ti mismo, TU eres el que se da reconocimiento, no necesitas que nadie alabe tu actitud, eres TU el que sabe cuando ha hecho muy bien las cosas y cuando debe mejorar, no dependes de nadie para estar bien o mal, solo de ti mismo.
El EGO busca en todo momento manipular como sea para ganar el reconocimiento externo y la ESENCIA quiere que te sientas a gusto, para que desde ese lugar inspires a los demás con tus actos y estos hagan las cosas por su propia convicción, sin necesidad de convencerles ni obligarlos a hacer nada que no quieran.
Finalmente decir que es muy difícil vivir el día a día desde la ESENCIA completamente, porque el EGO sabe como seducirnos, pero debemos intentar y luchar para vivir más tiempo desde la ESENCIA que la del EGO, porque ésta es la que nos permitirá SER auténticos y más libres.