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Mis tiempos contra los del universo
Una de las cosas que más nos cuesta aprender en esta vida es la PACIENCIA, totalmente lógico que suceda esto porque no nos enseñan en nuestra formación esta asignatura, más bien debemos aprenderla mediante los diferentes golpes o traspiés que vamos recibiendo a lo largo de nuestra vida.
Además la PACIENCIA es el anti valor de la sociedad actual, en la cual prima la velocidad, todo lo rápido, las prisas, la vorágine, nada de tiempo para reflexionar.
Nuestra sociedad moderna es un reflejo de lo que sucede en la informática, lo que es novedad hoy, dentro de cuatro meses ya es antiguo, lo mismo sucede con las personas, todo debe ser para hoy y no hay tiempos y mucho menos PACIENCIA.
Cuando nos encontramos en un proceso de cambio o caminando hacia una meta, objetivo o un sueño y aparecen dificultades lógicas del camino que provocarán un cierto retraso en el camino, automáticamente aparece la ansiedad y nos mete en un estado de emociones negativas para nuestros propósitos.
Al encontrarnos en un estado de ansiedad, nos descentramos de lo importante, estamos en una perspectiva que queremos todo ya, pensamos constantemente en el resultado, nos olvidamos de todo lo que debemos hacer, comienza todo a hacerse eterno y claro, comienzan las dudas, miedos, inseguridades, dando así paso a nuestros saboteadores para recibir por parte de ellos mensajes destructores.
Con lo cual a partir de este momento comienza la batalla entre “mis tiempos contra los del universo”. Esto significa que queremos controlar todo lo externo, que el tiempo que gestiona la vida o el universo se ponga a nuestra disposición y haga lo que queremos, ¡YA!!!!.
Cuando las personas nos centramos en controlar cualquier agente externo, estamos entrando en un territorio donde la ansiedad, el estrés, la frustración y los miedos nuestros serán los protagonistas de cada día que vivamos, porque es imposible gestionar los factores externos, lo único que podemos dominar es nuestra actitud, pensamientos, acciones, emociones, es decir todo lo referente a nuestro interior. Y en el momento que lograr gestionar adecuadamente todo esto, verás como los tiempos del universo parecen vivir en sintonía con los tuyos.
Correr o querer acelerar los tiempos del universo o la vida, es la peor perspectiva que podemos situarnos en cualquier proceso de cambio o consecución de objetivos que querremos alcanzar, porque nos olvidaremos del proceso, perderemos foco de la situación, estaremos pensando en el resultado constantemente, dejaremos pasar por alto sin darnos cuenta detalles muy sutiles y claves, cambiaremos nuestro carácter, estaremos atrapados por la ansiedad y por supuesto nos disfrutaremos de los pequeños logros, avances, crecimientos, aprendizajes y los pequeños estiramientos de límites que vamos haciendo.
Hay momentos del proceso como que nos encontramos en una meseta, como que el tiempo es eterno, no avanzamos, nos sentimos atrapados en el mismo sitio y vemos como el tiempo avanza y nosotros pareciera que retrocedemos. Esos son los peores momentos, porque nuestros saboteadores nos atacan bien, con esas voces internas que nos provocan muchas dudas e inseguridades. Aquí será clave para mantenerse en pie, sacar el mejor antídoto para luchar contra esto que es la combinación de la PACIENCIA con la TOLERANCIA.
El buen uso de esta potente combinación nos hará ver que es un momento de espera, que debemos seguir haciendo lo que nos toca y nada más, porque del resto se encargará los tiempos de la vida o el universo, y cuando deba ser saldremos de allí, siempre y cuando mantengamos la actitud adecuada. Porque muchas cosas que nos toca atravesar en determinados momentos parecen una molestia pero luego con el paso del tiempo nos damos cuenta de la importancia que tenían en aquel momento.
La clave está en estar centrado en todo aquello que podemos controlar, sembrar PACIENCIA y utilizarla cuando la ansiedad quiera apoderarse de nosotros.
Recuerda que tus tiempos no son los del universo.
La sabiduría del TIEMPO coloca todo en su sitio
Lo que titulo hoy en el post, es algo que aprendí con el paso de los años y con las múltiples experiencias positivas y negativas que llevo conmigo, pero les diré que tardé mucho en comprenderlo, aceptarlo, aprenderlo y lo más difícil ponerlo en práctica.
El TIEMPO es muy sabio, después de un cierto proceso, ubica a todos los componentes de un sistema, en el lugar que les corresponde, tarde ó temprano a cada uno le llega el fruto de actuación, pueden ser agradables, excelentes, regulares ó repugnantes, pero será en base a la actuación de cada uno.
Esto es como cuando plantan los naranjos, manzanos ó las uvas, se debe ser durante el proceso de maduración muy contante, disciplinado, aplicado, trabajar muy centrado en hacerlo bien para que luego la cosecha sea muy buena y a partir de allí, recoger los beneficios. Pues con nuestras acciones, emprendimientos, relaciones, proyectos, trabajos, sucede exactamente lo mismo, se necesita un proceso de maduración para recoger los frutos, no antes, porque sino estropearemos la cosecha.
En estos tiempos que corren en la sociedad en donde vivimos, la frase “hay que dar TIEMPO para que madure el proceso” parece de otro planeta, suena muy raro, porque como hay tanta aceleración, prisa, ansiedades, se quiere todo rápido, que sea sólido y efectivo, porque hay que solucionar decisiones mal tomadas en el pasado y después de muchos años se busca una resolución milagrosa en TIEMPO.
Esto que cuento es imposible, por eso cada día más todo es inestable, cuesta horrores tener paciencia con el resto y sobretodo con uno mismo, el nivel de exigencia que nos ponemos en voraz, queremos obtener resultados en tiempo récord, pero lo único que logramos es meternos más ansiedad, menos disfrute, mucho estrés y muy pero muy poco disfrute por lo que hacemos.
Hay que aprender a estar centrado en el proceso, que si haces muy bien lo que te toca, podrás obtener lo que buscas, el TIEMPO al final del período te premiará, porque a veces no estamos preparados para recibir lo que estamos buscando, necesitamos como los frutos madurar para disfrutar ó dar la talla de lo que queremos cuando llegue, y de ese modo le daremos el valor adecuado.
Por intermedio de mi actividad profesional, esto que cuento lo veo muy a menudo con mis clientes, personas ó empresas que me contactan, para solucionar debilidades, problemas ó cambiar la realidad en la que se encuentran. Lo primero que preguntan a parte del precio, es el TIEMPO que se tarda, si es rápido y su efectividad.
Con lo cual les diré, que mal hemos comenzado!!!. Digo esto porque lo importante del tema más que el precio y el TIEMPO, debe ser que hay un compromiso de verdad a la solución, y si ésta provoca un verdadero beneficio, se debe centrar en el proceso. El TIEMPO dictará sentencia cuando lo crea conveniente y el precio pasará a segundo plano, porque cuando consigues un objetivo que te reporta satisfacción, poco te acuerdas de este.
Lo he visto en clientes que después de un período de estar haciendo un proceso de cambio, con mucho sacrificio, que no veían la luz pero seguían confiando en el proceso, en su compromiso y constancia, un buen día hicieron un clic y empezaron a volar sin ninguna atadura, liberándose de muchos límites que les impedían tener una vida plena.
Si quieres tener logros, cambios importantes, terminar proyectos fascinantes, confía en el proceso que te lleva al objetivo y deja que el TIEMPO haga su parte, porque es muy sabio.
Enamórate de la PACIENCIA y de la PERSEVERANCIA!
Hoy se festeja el día de San Valentín, 14 de febrero, en muchas partes del mundo y se lo llama “el día de los enamorados”, seguramente muchos podrán festejarlo y otros no, pero te doy un reto: Enamórate de la PACIENCIA y de la PERSEVERANCIA!.
Estas dos palabras son dos grandes valedoras para cualquier proceso de cambio, transformación, emprendimiento ó recuperación de tu ESENCIA.
En todo proceso ó ciclo de la vida hay que pasar sí ó sí por diferentes etapas y momentos, hay que aceptarlos, buscar lo mejor de ellos, aprender, vivirlos por más que sean duros y luego pasado esto, comenzar a volar nuevamente.
El gran problema es que estamos en una sociedad donde las prisas y éxito fugaz son las notas predominantes, con lo cual mis dos palabras preferidas parecen “extraterrestres” para los tiempos que corren y si miras bien, en cualquier sector de la sociedad que se encuentren pasando una crisis, en vez de aceptar el momento y buscar soluciones duraderas, están intentando descubrir la fórmula mágica para no recurrir a la PACIENCIA y a la PERSEVERANCIA, pero ésa magia NO EXISTE, aunque sigan intentado encontrarla con parches.
Cuando inicies un proceso, sea cual sea el motivo, céntrate en hacer lo que toca en cada momento, si debes reflexionar un tiempo lo haces; cuando debes actuar, actúas; si te toca eliminar cosas tóxicas lo haces; si debes formarte, vas y te formas; lo que no puede hacerse es saltarse etapas y querer el resultado deseado ya, porque para algo lleno de plenitud, debes cumplir con todas las etapas del proceso.
No te apures, deja a tu saboteador de lado y a tu ansiedad, porque cada momento está por algo, el universo es más sabio que tú, y si aparecen situaciones es por algo, aprende de lo que viene, búscale el sentido, no optes por lo fácil, cómodo y destructor para ti, que es quejarte, ponerte en lugar de víctima y culpar a la suerte.
Tú eres el único que puede decidir salir del pozo de la comodidad, de la mediocridad, revelarte con tu SER al imperio de tu saboteador, no abandones el camino que quieres emprender por caerte una vez, te levantas y sigues, como hacías cuando eras pequeño y querías aprender a montar en bicicleta, porque en aquel entonces no le echabas la culpa a nadie, sacabas todo tu empeño y al final lo lograbas!.
Debes aprender primero a explorar quién eres, cómo quieres vivir en un futuro, cuál será tu GRAN OBJETIVO, y a partir de allí establecerás pequeños objetivos, para que la suma de todos ellos te otorguen llegar al GRAN OBJETIVO.
Pero para eso deberás desde hoy mismo, ENAMORARTE de la PACIENCIA y de la PERSEVERANCIA, comienza a convertirlas en un hábito en tu vida, determina cambios pequeños ú objetivos pequeños, como por ejemplo acostarte 20 minutos antes de lo que lo haces habitualmente y verás que utilizando la PACIENCIA y la PERSEVERANCIA lo lograrás.
A ellas puedes utilizarlas en cualquier escala, son garantía de éxito, porque si lees la historia de los grandes logros, la PACIENCIA y la PERSEVERANCIA han sido protagonistas; entiende que nada es casual en tu vida, que por algo aparece, es transitorio y no eterno; como tú y yo, que estamos de paso por esta vida y hemos venido a cumplir un fin, deja de querer resultados ya, comienza a centrarte en tu camino, con disfrute, aceptación, aprendizaje, acción y en lo grande que ERES.
Qué te parece el reto que te propongo?.