La magnificencia de las personas

Llevo dos fines de semanas asistiendo a cursos como soporte de los líderes en la formación de coaches, aparte que me encantan este tipo de eventos, disfruto mucho por lo que son las personas que asisten a ellos, porque cuando haces coaching sea como cliente, coach ó formador comienzas a hacerte fanático de las personas, pero no por lo que hacen sino por lo que son, por lo que tienen en su SER más profundo.

Habitualmente estamos acostubrados cuando se habla de una persona o simplemente presentádonos solemos dar información acerca de lo que hacemos y tenemos, como por ejemplo, trabajo en tal empresa, estudio idiomas, tengo una casa preciosa frente al mar, etc… pero jamás decimos soy una persona muy creativa, con profundos sentimientos, que ama el respeto, la libertad, entre otros.

Porque está claro que si les quitasen el trabajo, la casa ó cualquier cosa con lo único que se quedarían es con vosotros mismos y ahí está el punto crítico, no saber quien es uno mismo, no conocerse y por lo cual no aceptarse. Por eso me canso de preguntar a los clientes: ¿Quién eres?, les puedo asegurar que la mayoría no sabe responder.

En el coaching el coach lucha en todos momentos para que su cliente encuentre a su SER, que defina cuanles son metas y sueños, que valores tiene y quiere, a partir de ahí nuestra tarea será en honrar en todo momento la magnificencia de las persona, porque todos los seres humanos tiene excelentes recursos, lo que pasa que la mayoría siguen buscando la felicidad en las cosas externas sin darse cuenta que lo tienen dentro pero sin darse cuenta lo tienen enterrado muy profundamente.

Estas dos semanas me he llenado viendo personas magníficas, que se preocupan de forma muy intensa por aprender, por conocer, experimentar, que muestran humildad, luchando sin cuartel para explorarse, superarse, soltar lo máximo posible de su creatividad, emanan amor, son solidarios, responsables y comprometidos.

Pero estos seres humanos no se encuentran en otro mundo, son personas comunes, anómimos, mezclados en sus entornos, con lo cual quiero transmitir que cualquier persona tiene cosas muy grandes dentro suyo, solamente es decir «hasta aquí he llegado» «quiero ser el actor principal de mi vida» porque lo importante es vivir la vida, sentirla, saborearla siempre, aprendiendo de los errores y celebrando los éxitos, todo esto es posible sólo si hay ganas de cambiar.

Los invito a mirarse así mismo y preguntarse simplemente que valores tengo, quien quiero ser en la vida, adonde estoy yendo hoy, que quiero para mí, así podrán ir sacando a vuestro SER y apartir de ahí mirar a las personas y ver en ellos la magnificencia que tienen, creo que actuando con esta pequeña acción diariamente, podríamos hacer un mundo mejor, donde ya sabemos que a día de hoy, se centra mucho en nuestro hacer, ya que el SER es la bomba más peligrosa a la que teme la sociedad de consumo.