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Archive for marzo 2013

Creamos lo que pensamos

Cerradura menteGeneralmente las personas nos movemos por lo que pensamos y sentimos, luego actuamos en base a una actitud que está totalmente influenciado por lo anterior, con lo cual es muy importante cuidar nuestros pensamientos porque finalmente eso es lo que creamos para nuestra vida.

Un ejemplo del más común sobre esto, es que si pensamos constantemente que todo está mal pues nuestra vida estará rodeada por cosas negativas o buscaremos en todo momento lo malo, en cambio si pensamos y actuamos desde el optimismo, crearemos una actitud positiva en lo que hagamos y digamos. Lo mismo si pensamos que no somos capaces en muchas cosas estamos convirtiendo a nuestra propia persona en alguien insegura, llena de miedos y con bastante baja autoestima.

Por eso el pensamiento es clave para crear una vida plena como también es necesario gestionar ciertas emociones para que no nos secuestren ni nos paralicen, entre ellas el miedo a muchas cosas. El tema es que con esto juega mucho nuestro saboteador interno, el cual con sus voces y mensajes de no abandonar la zona de confort, nos mete más miedo, hace que nos paralicemos muy a menudo y como resultado de esto nos alejemos de nuestros sueños.

En todo esto hay dos actores principales que juegan a diario en nuestra persona para dictaminar pensamientos, tomar posturas, actitudes, relacionarse, evaluarse a uno mismo, aceptarse, tolerarse y vivir, que son nuestro EGO y nuestra ESENCIA.

Estos dos actores los tenemos todos, ¡sí TODOS!. No he conocido hasta ahora a ninguna persona que no los tenga, me causa mucha gracia cuando alguien me dice que no tiene “egos”, habitualmente ésa persona es ¡la que más tiene!.

La clave del EGO es aprender a gestionarlo y minimizar sus acciones, para dar paso a nuestra ESENCIA de persona, que es la importante para vivir plenamente, pero vamos por partes para poder explicar mejor a estos dos actores.

El EGO busca en todo momento que nuestras acciones estén orientadas a buscar y recoger el reconocimiento de los demás, sentirnos importantes, competir contra los demás y mostrar lo bueno que somos al exterior. Otra postura que adoptamos cuando actuamos bajo la dirección del EGO es que cuando logramos las cosas es por lo bueno que somos, pero si salen mal es por culpa de los demás y la mala suerte.

El EGO no conoce a la autocrítica, está aliado a la manipulación y a buscar en todo momento la admiración de los demás, no conoce los errores propios pero si los ajenos, que cuando los ve es muy crítico y duro con los demás.

Cuando vives desde la perspectiva de la ESENCIA, la cosa es completamente distinta. Desde este lugar se busca una satisfacción interior, estás en constante búsqueda de mejorar, aprender, superarte, aceptar los errores y mejorarlo para SER mejor, no echas culpas a los demás sino que te preocupas en encontrar las respuestas dentro de tus conocimientos, talentos y virtudes de quienes te rodean.

Vivir desde la ESENCIA es no competir contra nadie, ni buscar reconocimientos verdaderos o falsos y admiración externa, lo que buscas es rendirte cuentas a ti mismo, TU eres el que se da reconocimiento, no necesitas que nadie alabe tu actitud, eres TU el que sabe cuando ha hecho muy bien las cosas y cuando debe mejorar, no dependes de nadie para estar bien o mal, solo de ti mismo.

El EGO busca en todo momento manipular como sea para ganar el reconocimiento externo y la ESENCIA quiere que te sientas a gusto, para que desde ese lugar inspires a los demás con tus actos y estos hagan las cosas por su propia convicción, sin necesidad de convencerles ni obligarlos a hacer nada que no quieran.

Finalmente decir que es muy difícil vivir el día a día desde la ESENCIA completamente, porque el EGO sabe como seducirnos, pero debemos intentar y luchar para vivir más tiempo desde la ESENCIA que la del EGO, porque ésta es la que nos permitirá SER auténticos y más libres.

 

 

¿Tienes un plan?

PlanUna de las cosas habituales que me encuentro en muchas personas a diario, es la falta de conocimiento en saber hacia dónde se dirigen y el por qué de muchas acciones que realizan, todo esto surge porque no tienen un plan de vida o profesional y además se encuentran presos de las circunstancias de años.

Hay algo que quiero aclarar, tener un plan no significa dejar de fluir, todo lo contrario, cuando tú sabes hacia donde quieres caminar todo es más sencillo, porque te dedicas únicamente a realizar acciones en beneficio de ello, haces que toda la energía se concentre para eso y ahí es cuando entras en un estado de fluidez.

También muchas personas entienden que fluir es dejarte llevar a cualquier sitio y estar sentado esperando que todo se haga por arte de magia. Esto no es así porque para atraer condiciones y resultados favorables para uno, es necesario ponerse en marcha, con objetivos claros y hacia una dirección, porque si no veo muy difícil llegar a las metas soñadas.

Cuando se habla de fluir, está referido a no controlar situaciones que no puedes dominar, esto es algo en lo que caemos todos muy a menudo, queremos que las cosas lleguen ya y debemos tener en cuenta, que los tiempos de las cosas no podemos controlarlo, con lo cual debemos centrarnos en nuestras acciones porque es en lo único que tenemos injerencia directa, en lo otro nada de nada.

Para tener un plan de vida o profesional o cualquier objetivo, lo primero y principal es saber quién eres, qué quieres para tu vida y dónde quisieras verte, es necesario que te conectes con tu ESENCIA, porque si no se sabe esto es como construir una casa sin saber si tiene cimientos y de que están hechos.

Considero algo fundamental e imprescindible que una persona conozca su ESENCIA si quiere alcanzar la plenitud y su propio éxito.

Una vez pasada la etapa que menciono anteriormente debemos centrarnos en el “¿cómo hacerlo” y evitar que esto sea una excusa el no saberlo para emprender el viaje (la semana pasada escribí sobre este tema).

El aprender a hacer las cosas o perfeccionarlas es parte del camino, no debe ser una excusa o un elemento para echarnos del camino, está dentro del menú, cuando quieras alcanzar algo y te motiva llegar a ese sitio, debes esforzarte y aprender cosas nuevas, esto es así porque salir de la zona de confort implica transitar y convivir con lo desconocido porque si no nunca evolucionarás.

Una persona que tiene un conocimiento de si mismo, está conectado a su ESENCIA, sabiendo lo que quiere, tiene armas más que suficientes para hacer el camino y poder enfrentar perfectamente a los obstáculos que aparezcan en el mismo y sobretodo los emocionales, liderados por los saboteadores.Como he comentado varias veces, los saboteadores lo único que buscan es que no abandonemos la zona de confort y les interesa mucho que tengamos la autoestima baja para que no emprendamos ningún viaje nuevo e inspirador.

Trazar un plan te permitirá tener una guía constante de qué hacer y en qué etapa del camino te encuentras, es una auténtica brújula como la de los barcos en alta mar, por eso las personas se sienten perdidas y no saben dónde ir cuando carecen de un plan, les sucede lo mismo que a los barcos cuando navegan muy lejos de la costa que si no tuvieran su ruta de navegación, jamás llegarían al destino señalado.

Es fundamental que creas en tu plan, que te inspire y te transmita al mismo tiempo la sensación de que puedes cumplirlo, es necesario también que te comprometas con él y a su vez debes ser disciplinado para llevarlo a cabo. Está claro que se pueden modificar algunas cosas sobre la marcha, pero su esencia nunca, porque si sucede eso perderá todo el sentido de la dirección, con lo cual volverás a tener la sensación de confusión y sentirte perdido.

¿Cuál es tu plan?.

 

 

 

 

“¿Y cómo lo hago?” (excusa para no actuar)

No excuses¡Cuántas veces hemos pronunciado esta frase ante la necesidad de hacer algo nuevo!, la cual muchas veces se convierte en una gran y adorable excusa para no hacerlo y morir en la acción antes del intento.

Siempre que nos enfrentamos a algún nuevo hábito, cambio de conducta o de diversas actividades, aparecen las excusas por parte de nuestro saboteador para no hacerla, es más, buscamos obstáculos que no existen para darle la razón y retirarnos antes de actuar.

Los saboteadores son expertos en proporcionarnos excusas para que no cambiemos nada de nuestra vida, ellos aman vivir en nuestra zona de confort por más que nosotros vivamos estancados y frustrados. Esto no les interesa porque lo que quieren en todo momento es que nos perpetuemos dentro de nuestra cueva y que no hagamos nada distinto.

Por eso en lo momentos que decidimos hacer algo diferente, cambiar de hábitos o de conductas, el saboteador rápidamente nos manda la frase del “¿cómo lo harás?” y acto seguido nos transmite el “no eres capaz” o “es muy difícil”. Ya esto automáticamente nos produce una sensación de inseguridad y dudas, con lo cual si no tienes muy claro el por qué del beneficio que significa hacerlo, te retirarás del combate antes de saltar al ring.

Es clave si quieres vivir en plenitud tener claro quién eres, que quieres y dónde te gustaría estar, porque si esto lo tienes identificado, trabajado y te siente conectado con ello, podrás enfrentarte al “cómo” desde una perspectiva de aprendizaje, asumiendo que deberás sortear obstáculos y retos para llegar al objetivo.

El “cómo hacerlo” es uno de los elementos más importantes a la hora de cualquier desafío y eso tu saboteador lo sabe, por eso suele atacar allí, es parecido a nuestro “talón de Aquiles”, porque la mayoría de las veces no emprendemos muchas cosas nuevas porque no hemos practicado o experimentado ese “cómo hacerlo”, entonces el saboteador nos llena de temores, inseguridades, miedos, incertidumbres, nos baja la autoestima. Después de esta puesta en escena de los saboteadores, la mayoría suele abandonar el camino antes de comenzar.

Cuando le hacemos caso a sus mensajes y dejamos dominarnos por ellos, nuestra energía y actitud se vuelve temerosa, negativa, nos encerramos, nos colocamos el traje de víctimas, perdemos la ilusión, la valentía, el coraje, la motivación y nos volvemos seres vulgares, escépticos y estancados. Todo esto nos lleva a un estado de total insatisfacción general.

Si te pones a caminar, comenzarás poco a poco a descubrir el “cómo” en su totalidad, recuerda que para emprender o cambiar cualquier cosa por más pequeña que sea, NO EXISTE EL MARCO IDEAL. Lo sabes pero inconscientemente siempre lo estamos buscando o añorándolo y además el “cómo” hacerlo de manera perfecta y con resultados seguros, tampoco EXISTE!.

La mayoría de las personas se la pasa buscando la fórmula mágica que haga todo de manera rápida, perfecta, sin ningún contratiempo, efectiva, con el menor esfuerzo posible, sin riesgos, temores, dudas e incertidumbres. Ah me olvidaba,  ¡que funcione a la primera con resultados extraordinarios!…….pues insisto que esto NO EXISTE.

Si te pones a caminar encontrarás el “cómo” hacerlo, conocerás gente que lo ha hecho a su manera, aprenderás de ellos, te esforzarás, lo adaptarás a tu forma de ser, le ejecutarás, sacarás conclusiones y lo irás perfeccionando, aumentarás tu autoestima por haber superado las dificultades, valorarás tu esfuerzo y dedicación, además de conseguir un espíritu de superación personal, algo que pulveriza a los saboteadores.

RECONEXION!!!

NiñoTodos sabemos que los procesos de cambios son difíciles y complicados, por eso lo hacen pocos y más todavía cuando se trata de recuperar la ESENCIA o bien volver conectarse con ella, pero está claro que cualquier cambio es complejo desde el más pequeño hábito hasta un giro total en la vida.

A medida que vamos creciendo y adquiriendo conocimientos, modos, formas, relaciones con los demás, en nuestra mente vamos creando un programa de comportamiento para las situaciones a las que nos vamos enfrentando o nos enfrentaremos, pero con el inconveniente que todo aquello que no se encuentre en nuestra programación será rechazado automáticamente, con lo cual si quieres aplicar lo nuevo deberás re programar tu mente.

Esto que comento es igual a como se mantienen actualizados los software de los ordenadores por sus usuarios, algunos lo tienen al día por más que requiera un trabajo, una dedicación semanal y otros lo van dejando hasta que el ordenador ya no va ni para atrás ni para adelante. Con lo cual si no te actualizas comienzas a crear límites que después salir de ellos es difícil  por el esfuerzo que requiere hacerlo.

Por eso como quería escribir hoy acerca de la importancia de recuperar el espíritu de niño, ya que esto nos permite estar conectado con nuestra más pura ESENCIA y así de este modo focalizarse para ir en búsqueda de los objetivos, se me ocurrió transcribir un poema escrito por Loris Malaguzzi creador de una metodología para los niños que se educan en Reggio Emilia, que lo explica así:

“El niño está hecho de cien. El niño tiene cien lenguajes, cien manos, cien pensamientos, cien modos de pensar, de jugar, de hablar.

Cien, siempre cien modos de escuchar de maravillarse de amar, cien alegrías para cantar y entender, cien modos de descubrir, de inventar, cien modos de soñar.

El niño tiene cien lenguajes y cientos más pero le roban noventa y nueve.

La escuela y la cultura separan la cabeza del cuerpo.

Le dicen al niño: que piense sin manos, que trabaje sin cabeza, que escuche y no hable, que atienda sin alegría, que ame y se asombre solo en Pascua y Navidad.

Le dicen al niño que descubra un mundo que ya existe y de cien le quitan noventa y nueve.

Le dicen al niño  que el trabajo y el juego, la realidad y la fantasía, la ciencia y la imaginación, el cielo y la tierra, la razón y los sueños son cosas que no están unidas.

Le dicen, en resumen, que el cien no existe.

Pero el niño exclama:

¡Qué va, el cien existe!.”

Este poema o reflexión como quieran llamarle la primera vez que lo leí, hace más de un año, me dejó unos minutos reflexionando y lo que más se instaló en mi mente fue el del enorme potencial que tenemos para aportar, el cual lo tenemos guardados en un enorme cofre bajo varias llaves.

No me canso de repetir y de escribir que todos los seres humanos tenemos muchos talentos y recursos, pero hay que reconquistarlos, los cuales están cautivos, secuestrados y encarcelados por nuestros saboteadores y el ego. Estos nos limitan demasiado a nuestra mente, nos hacen vivir a muy bajas revoluciones y vibraciones, así no brillamos ni podemos tomar vuelo hacia una vida plena.

Tal vez sea a veces pesado por repetir esto casi todas las semanas, pero es que lo creo, si rompemos con nuestros límites, con esos hábitos caducados y llenos de apatía, con esas rutinas ruinosas para nuestro SER, si se aprende a gestionar emociones, a disminuir el dominio del ego, a buscar re conectarnos con nuestra ESENCIA es muy probable que ese 1 se convierta en número muy próximo al 100 de cuando eras un niño.