¿Qué significa tener una vida “normal”?

NormalEl post de hoy lo escribo a raíz de esta foto que había puesto en Facebook el lunes de semana anterior y me dio ganas al insertarla de profundizarla más, como verás está relacionada con el tema de ser una “persona normal” o “vivir una vida normal”.

Realmente todo lo que se refiere a frases o mandatos de comportamiento o ser alguien normal, de verdad que me aterra, mejor dicho lo detesto porque esto trae un mensaje subliminal que no es ni más ni menos, de que pierdas tu propia identidad y autenticidad.

Es muy común oírlos a todos estos mensajes en nuestro día a día, sobretodo cuando se adopta una actitud diferente a la media, porque rápidamente sale a la escena algo referido a esto de “normal”.

Y me pregunto, ¿qué es tener una vida normal? o mejor dicho, ¿qué es ser normal?.

En realidad se a que se refiere y esto es a comportarse como marca los cánones de la sociedad o el sistema impuesto durante siglos, cuya finalidad es que todas las personas nos comportemos como una manada, de modo que no se piense y se actúe como un robot.

Ser una persona normal es tener miedo a equivocarte, a que los demás no te vean como un fracasado, a no expresar tus reflexiones, tu ideas, tus emociones, a ser en todo momento políticamente correcto aunque te comportes como un auténtico falso pero debes quedar bien, a no mostrar debilidades, a faltarte el respeto, a mantener una relación sentimental por el que dirán, a no reflexionar, ni debatir, a morir en tu zona de confort, a no realizar cambios, a hacer caso y repetir como un loro las mentiras de las noticias, a pelearte y discutir con amigos por defender a un partido político y además pasar horas en contiendas de las cuales no dependen ninguna de ti las resoluciones, así pierdes tiempo y energía de modo que no tengas fuerzas para pensar sobre los objetivos importantes de TU vida.

Si, todo lo que menciono en el párrafo anterior es ser una persona normal, lo digo porque yo he sido una persona más que normal y ese comportamiento desembocó en una depresión interna. A partir de allí comenzó el proceso de eliminar a la persona normal para darle paso a mi verdadero SER, por supuesto con las virtudes y las debilidades que llevo dentro, pero en definitiva es mi persona. Con los años ya muchas personas de mi entorno me denominan como una especie de “bicho raro”, lo cual me genera una gran tranquilidad porque eso es una señal que no me desvío del camino.

También esto que me sucedió a mí (pido disculpas estimado lector porque no me gusta hablar de mi en los posts) lo he visto durante estos cinco años que llevo trabajando con personas. Les ves que llegan al comienzo de los procesos como personas “normales” pero destrozadas en muchos sentidos y al cabo de unos meses comienzan a sentirse “extraordinarios” o “distintos”. ¿Por qué sucede esto?, por algo muy simple, solamente comienzan a SER, con sus cosas buenas tratando de sacarles el mejor provecho y trabajando en mejorar sus debilidades, no hace falta más nada para dejar de ser una “persona normal”.

Conozco a muchísimas personas que llevan la “vida normal” (he sido uno de ellos) y me cuesta mucho sentir paz dentro de su interior cuando hablo con ellos, porque están en constante guardia para no perder los límites de su zona, y esto a la larga se paga, porque ponernos el traje de “personas normales” tiene un coste y este se paga de muchas formas diferentes, entre ellos frustración, miedos, tristezas, enfermedades de carácter psicológico, etc….

Los seres humanos somos todos diferentes, porque tenemos misiones de vida diferentes, estamos en esta vida para explotar nuestros dones, talentos, recursos excelentes que traemos y además aportar beneficio a quienes nos rodean, por eso me molesta que quieran anular nuestra fantástica autenticidad a través de ser alguien normal.

Hemos venido a esta vida a trascender, a dejar una huella y eso solamente se puede conseguir siendo auténtico, transparente, sincero y esto lo traemos todos, está en cada uno elegir en SER uno mismo o simplemente perderse en la manada como alguien “normal” o “normalito”.  

Se caen aquellos que viven

Primeros pasos

Un ejercicio habitual que practicamos en nuestra vida es “CAERSE y LEVANTARSE”, lo practicamos bastante durante nuestra vida, es una rutina que tenemos durante el tiempo que vivimos, además siempre las circunstancias o nuestros saboteadores se encargan de que aparezcan situaciones para practicarlo.

Las mayoría de las personas buscamos llegar a los objetivos de una forma lineal, sin ningún traspié y que todo sea altamente sencillo, rápido, sin esperas ni contratiempos pero esto no es así, cuanto más grande y ambicioso es la meta más retos, obstáculos o como quieran llamarlo aparecen en el camino.

Por eso cuando emprendemos cualquier cambio o conseguir alcanzar algún objetivo, debemos pensar que el recorrido será como en la vida misma, con momentos altos, buenos, placenteros y otros donde nos enfrentaremos a nuestras propias limitaciones, en esos momentos será muy importante adoptar una actitud abierta, flexible, paciente y tolerante para superar esas piedras que se presentan para no caer en la tentación de no levantarnos.

En los momentos que te caes porque la situación te supera, en realidad nos caemos porque nuestras limitaciones se plantan delante nuestro, es un punto donde vemos debilidades, las cuales pueden manifestarse mediante la frustración, la impotencia, el enfado, la ira, la culpa, el miedo, los apegos,la ansiedad y el querer dejarlo poniéndonos muchas excusas. Este es el momento donde nos caemos, queremos arrojar la toalla y abandonar el camino porque nos sentimos superados por lo que se ha presentado delante nuestro.

Ante la caída no queda otra que levantarte, reflexionar sobre las razones que te has caído, el mirar esa piedra que lo ha provocado puede ayudar el saber el por qué y a partir de ahí buscar una perspectiva para superarla. Si te caes 2 veces te levantas 3, si son 5 caídas pues serán 6 las veces que te recuperas.

¡LA VIDA ES MOVIMIENTO y SE CAEN AQUELLOS QUE CAMINAN HACIA UNA META!!!.

Una de los mayores peligros que nos enfrentamos cuando caemos, es el quedarnos atrapados en ese sitio, aferrarnos al lugar y quedar anclados allí. Esto puede que sea así cuando la frustración, el fracaso, la culpa, el miedo, la falta de autoestima, la pérdida y la impotencia se apodera de nosotros, porque con tanto peso emocional hace que pensemos y creamos que debemos quedarnos allí porque no somos capaces o mucho peor, que no lo merecemos.

Con lo que comento en el último párrafo quiero aclarar que una cosa es abandonar un camino para emprender otro y otra cosa muy diferente es estancarte, acomodarte a un sitio y no moverse más por miedo a caerse. Quienes se caen y buscan otras opciones, como por ejemplo tomar otro camino, se están levantando, están de pie, vuelven a empezar con ilusión otro destino, pero aquellos que se caen y no se levantan más, habrán renunciado a crecer, mejorar e incorporar sabiduría para su vida. Un ejemplo de esto son aquellas personas que viven la vida de los demás criticando y buscando siempre lo malo, porque ellos están gobernados por la frustración y el miedo.

En el momento de la caída es muy importante agarrarse de elementos motivadores para que te aporten la energía necesaria y suficiente para levantarte, algunos elementos son tus valores, tu visión y misión de vida, el propósito o beneficio de lograr el objetivo, valorar lo que ya has recorrido del camino y todo lo aprendido, lo conseguido hasta ese momento , la motivación que te provocará el levantarte y superar la piedra que te ha derribado, lo bien y pleno que te sentirás cuando estés nuevamente caminando hacia tu meta.

La vida tiene etapas, ciclos, estos tienen un inicio, un desarrollo y un final, nosotros también, todo es cíclico, con lo cual siempre va a estar presente el caernos, hagamos lo que hagamos eso siempre está, cuando hay movimiento la posibilidad de visitar el suelo va a estar, lo que si importará es la actitud con la que adoptes y enfrentes esa caída, esto es igual a cuando aprendimos a caminar de “pequeñitos”, te caías 1.000 veces y te levantabas 1.001, hasta que al fin después de un tiempo caminabas.

Sólo se caen aquellos que viven y esto es señal de que hay movimiento para llegar a alcanzar algo que quieres, deseas, sueñas o te inspira.

Si te levantas es una gran señal de que estás ¡MUY VIVO!.

Mis tiempos contra los del universo

Tiempo -universoUna de las cosas que más nos cuesta aprender en esta vida es la PACIENCIA, totalmente lógico que suceda esto porque no nos enseñan en nuestra formación esta asignatura, más bien debemos aprenderla mediante los diferentes golpes o traspiés que vamos recibiendo a lo largo de nuestra vida.

Además la PACIENCIA es el anti valor de la sociedad actual, en la cual prima la velocidad, todo lo rápido, las prisas, la vorágine, nada de tiempo para reflexionar.

Nuestra sociedad moderna es un reflejo de lo que sucede en la informática, lo que es novedad hoy, dentro de cuatro meses ya es antiguo, lo mismo sucede con las personas, todo debe ser para hoy y no hay tiempos y mucho menos PACIENCIA.

Cuando nos encontramos en un proceso de cambio o caminando hacia una meta, objetivo o un sueño y aparecen dificultades lógicas del camino que provocarán un cierto retraso en el camino, automáticamente aparece la ansiedad y nos mete en un estado de emociones negativas para nuestros propósitos.

Al encontrarnos en un estado de ansiedad, nos descentramos de lo importante, estamos en una perspectiva que queremos todo ya, pensamos constantemente en el resultado, nos olvidamos de todo lo que debemos hacer, comienza todo a hacerse eterno y claro, comienzan las dudas, miedos, inseguridades, dando así paso a nuestros saboteadores para recibir por parte de ellos mensajes destructores.

Con lo cual a partir de este momento comienza la batalla entre “mis tiempos contra los del universo”. Esto significa que queremos controlar todo lo externo, que el tiempo que gestiona la vida o el universo se ponga a nuestra disposición y haga lo que queremos, ¡YA!!!!.

Cuando las personas nos centramos en controlar cualquier agente externo, estamos entrando en un territorio donde la ansiedad, el estrés, la frustración y los miedos nuestros serán los protagonistas de cada día que vivamos, porque es imposible gestionar los factores externos, lo único que podemos dominar es nuestra actitud, pensamientos, acciones, emociones, es decir todo lo referente a nuestro interior. Y en el momento que lograr gestionar adecuadamente todo esto, verás como los tiempos del universo parecen vivir en sintonía con los tuyos.

Correr o querer acelerar los tiempos del universo o la vida, es la peor perspectiva que podemos situarnos en cualquier proceso de cambio o consecución de objetivos que querremos alcanzar, porque nos olvidaremos del proceso, perderemos foco de la situación, estaremos pensando en el resultado constantemente, dejaremos pasar por alto sin darnos cuenta detalles muy sutiles y claves, cambiaremos nuestro carácter, estaremos atrapados por la ansiedad y por supuesto nos disfrutaremos de los pequeños logros, avances, crecimientos, aprendizajes y los pequeños estiramientos de límites que vamos haciendo.

Hay momentos del proceso como que nos encontramos en una meseta, como que el tiempo es eterno, no avanzamos, nos sentimos atrapados en el mismo sitio y vemos como el tiempo avanza y nosotros pareciera que retrocedemos. Esos son los peores momentos, porque nuestros saboteadores nos atacan bien, con esas voces internas que nos provocan muchas dudas e inseguridades. Aquí será clave para mantenerse en pie, sacar el mejor antídoto para luchar contra esto que es la combinación de la PACIENCIA con la TOLERANCIA.

El buen uso de esta potente combinación nos hará ver que es un momento de espera, que debemos seguir haciendo lo que nos toca y nada más, porque del resto se encargará los tiempos de la vida o el universo, y cuando deba ser saldremos de allí, siempre y cuando mantengamos la actitud adecuada. Porque muchas cosas que nos toca atravesar en determinados momentos parecen una molestia pero luego con el paso del tiempo nos damos cuenta de la importancia que tenían en aquel momento.

La clave está en estar centrado en todo aquello que podemos controlar, sembrar PACIENCIA y utilizarla cuando la ansiedad quiera apoderarse de nosotros.

Recuerda que tus tiempos no son los del universo.

El gran enemigo del cambio: la RECAIDA

Hand in a hand on a background a rockLa palabra CAMBIO creo que reinará en nuestras vidas hasta el último día, es algo que está presente en cualquier aspecto y cuando hablo de esto me refiero a cualquier situación que se desea modificar por más insignificante que sea, porque al hacerlo siempre hay alguna resistencia por más mínima que sea.

La vida en sí misma es cambio, maduración, crecimiento, procesos, tiempo, ciclos que comienzan, terminan, algunos van más rápido y otros se hacen eternos, por eso la palabra cambio está tan asociada a nuestra propia vida.

A mí el cambio me genera una estrecha relación con una nueva oportunidad, un nuevo desafío, una forma diferente que se presenta en el camino, me inspira motivación y ganas al mismo tiempo, pero a veces ciertos cambios (los de mayor magnitud) nos pone contra las cuerdas y desnudan ciertas limitaciones que convierten al proceso en un calvario o travesía por el desierto.

A medida que vamos creciendo sin darnos cuenta vamos desconectando nuestras acciones y pensamientos de la propia ESENCIA, ya sea por la educación que recibimos, la influencia de padres, familia y entornos a los que pertenecemos. Estos mensajes se van anclando en la mente, los cuales se van potenciando y haciéndose más fuertes a medida que los repetimos en palabras y acciones cotidianamente.

Así va transcurriendo la vida hasta que un día, a través de un acontecimiento o señales en nuestra salud física y/o mental hacemos un alto en el camino y llegamos a la conclusión que hace falta un cambio de mentalidad, de vida, de actitud, de lugar, de trabajo o lo que sea, pero se necesita hacer un cambio ¡YA!.

Es aquí en donde nos damos cuenta que así no podemos seguir, con lo cual comienza un proceso de ver que se debe modificar y cómo hacerlo, los caminos para elaborarlos son muchos, desde lectura de libros especializados en el tema a modificar hasta contratar a un profesional para que te ayude, todos los métodos son válidos mientras ayuden a conseguir tus propósitos.

Una vez ya establecido el plan de cambio o la estrategia para alcanzar el objetivo, te pones en marcha con mucha ilusión y motivación, al principio va todo muy bien, hasta te diría espectacular, porque todo es nuevo, vives nuevas sensaciones, notas que se van modificando cosas pequeñas pero hay avances, con lo cual el proceso de cambio va bien.

Como verás ya estás cambiando pero aparece en el momento que menos te esperas el principal enemigo de todo esto, la RECAIDA. Aquí es el punto más importante de cualquier cambio que se quiera hacer, por más pequeño que sea.

Cuando entra en escena la RECAIDA, vuelves a encontrarte con los viejos patrones de conducta, pensamiento o acción que provocaron el cambio, con lo cual no les quieres, les detestas pero al mismo tiempo te seducen rápidamente para que vuelvas con ellos.

En esos momentos aparecen las dudas, los miedos, la baja autoestima, la pérdida de motivación, se pierde la confianza en el proceso y uno mismo, el compromiso recibe ataque de todos los lados, la ilusión por alcanzar el objetivo comienza a derrumbarse y pierdes la tolerancia sobre ti. Sin nombrar a la paciencia que ya ni se la ve dentro de tu actitud.

Debes entender que es totalmente lógico y normal en un proceso de cambio tener ¡recaídas!!!, no pasa absolutamente nada porque las tengas, es más, son necesarias para poner a prueba el compromiso que tienes con ese cambio y contigo mismo.

Quien quiere algo de verdad, se levanta y comienza de nuevo, luchará por seguir adelante, esto es igual a cuando somos pequeñitos y comenzamos a caminar.

¿Cuántas veces nos hemos caído aprendiendo a hacerlo?, ¡MILES DE VECES!, y al final aprendemos.

El momento de la REACAIDA es vital para determinar tu actitud. Si la tomas como algo del proceso y aplicas la tolerancia y el esfuerzo, podrás alcanzar lo que buscas.

Recuerda que solo llega a la meta aquel que no se detiene en el camino a lamentarse y excusarse, sino que sigue avanzando y aprendiendo del mismo.

  

¿Cuál es tu huella soñada?

featured-give-back1Esta es una de las principales preguntas que les hago a los clientes cuando comienzan un proceso para alcanzar cualquier objetivo, me parece algo elemental tener claro cómo quieres que te recuerden las personas con las que has relacionado, conoces, tienes contacto o interactúas con ellas.

La mayoría suele contestarme que le gustaría ser recordadas como “buenas personas”, pero a mi eso no me dice nada, entonces les pregunto ¿qué es ser buena persona?”. Habitualmente ahí se atascan y no saben ponerle palabras a esa frase tan utilizada de forma genérica y masiva, esto nos sucede porque no nos detenemos a pensar en estas cosas y si en perder muchas veces el tiempo en noticias que nos distraen, perdemos energía en discusiones eternas pero las decisiones de esos temas no dependen de nosotros.

Para saber que huella nos gustaría dejar en cada acto de nuestra vida, primero será necesario conocer tus Valores (quienes me leen habitualmente saben que soy muy pesado con esto) algo fundamental porque muchas veces nos sentimos frustrados y tristes sin saber bien el por qué, pero la clave está en que no estamos honrando algunos valores nuestros.

Cuando conoces tus valores, viene el momento de crear una Visión de Vida a mediano y largo plazo, descubrir y decidir hacia dónde quieres ir, que camino quieres escoger, el cuál estará en clara sintonía con tus valores y tu magnífico SER.

Una vez explorado esto, conocido, incorporado bien en tu interior, comienza el momento de pensar en que te diferencias, cuál es tu sello de distinción, cómo impactas a los demás en tu trabajo, familia, amigos, el equipo que diriges, actividades que haces. Es preguntarse que huella dejas, si se te conoce por ti excelencia, por la pasión que pones a cada cosa, por el trato humano que das, en fin, hay miles de posibilidades que tu debes encontrar y saber cuál es tu seña de identidad.

Saber esto, es como tener una brújula o GPS en tu mano, ya que cuando te sientas un poco perdido o con dudas, mirar a esto te permitirá rápidamente volver al camino correcto sin perder tiempo ni dudas. Además cuando tu sabes lo que eres y quieres, el tomar decisiones es algo sencillo y para nada traumático, por una sencilla razón, sabes bien lo que quieres y deseas dejar.

Desde que conoces y pones en práctica tus valores, sabiendo que huella quieres dejar, todos los actos que haces tienen un sentido, un por qué, un motivo profundo, no son actos por arranques o descontroles emocionales, sino los haces porque tienen una finalidad y hay algo que estás transmitiendo en ellos.

Cuando comencé mi formación en Coaching todo esto que cuento para mí fue un auténtico descubrimiento, no estaba en mi mente ver la vida desde ahí, era de los que buscaba el sentido a todo pero desde lo exterior, pero en ese año y medio de formación, descubrí todo lo que comento, con lo cual mi vida cambió radicalmente.

Por eso cuando comienzo un proceso de Coaching o de Liderazgo con clientes o en un seminario, lo primero que me interesa es ir a centro de todo, que es el SER. Allí están los valores, la visión y la huella que todos queremos dejar.

También quiero aclararte que para dejar una huella no hace falta ser famoso o muy conocido, de ¡ninguna manera!, todas las personas podemos dejar una huella en el trabajo, en tu familia, con el equipo que lideras, con personas que se te cruzan un tiempo en tu vida, en la manera de hacer las cosas o resolver conflictos. Ten en cuenta que cada acto que hagas, estás transmitiendo un impacto, recuerda que nuestros actos definen como somos, con lo cual es muy importante ser lo más fiel y auténtico posible a nuestro SER.

Tener presente cuál es tu huella soñada hace que puedas cada tanto evaluar como de que manera la estás modelando.

Por eso tómate un momento a pesar que legado estás dejando a día hoy, si estás satisfecho con la respuesta te doy la ENHORABUENA, pero en caso que no te guste el resultado de la pregunta, te doy una buena noticia: TODAVIA ESTAS A TIEMPO DE MODELAR TU HUELLA SOÑADA, no pierdas tiempo y ponte en marcha ya.

El Guardián de cada etapa

GuardiánSupongamos que has llegado a un momento o ciclo en tu vida que has decidido subir un nivel, hacer un cambio grande o dar un giro total en tu vida, porque estás una poco cansado de cómo vives o sientes, necesitas nuevos retos, caminos y quieres salir de la zona conocida para crecer o bien buscas estirar tus límites.

Pasado lo que comento en el párrafo anterior, supongamos que también has atravesado la etapa de conocerte, saber quién eres, lo que quieres para tu vida, sabes reconocer a tus saboteadores y a tu ego, como también comienzas a detectar y gestionar algunos pensamientos y creencias que no aportan nada bueno para tus objetivos.

Una vez clarificado todo lo comentado hasta aquí, llega el turno de crear un plan de acción para que puedas llegar hacia donde sueñas y quieres estar. Por supuesto un plan tiene varias etapas y debes aprender a no saltártelas, porque la mayoría quiere llegar al final rápidamente, esto es parecido como querer hacer los cimientos de la casa y luego ya colocar los muebles del dormitorio……

El plan debe estar en sintonía con lo que buscas alcanzar, debes creer en él, que sea posible de cumplirse y luego COMPROMETERTE al ciento por ciento, así evitas caer en excusas absurdas y tontas luego.

Una vez que hayas clarificado tus ideas para el plan y lo hayas realizado tú (esto no se copia de otro),  te aportará una buena dosis de motivación, con lo cual comienzas a caminar con un gran sentido en tus acciones y pasos, porque en todo momento sabrás lo que haces y por qué lo estás haciendo.

Tener un plan claro e inspirador te aportará mucha confianza y motivación porque te irá guiando hacia tus metas, es como tener a un guardián que te vigila para que cumplas cada etapa sin saltarte ninguna.

Pero claro, el camino no es lineal, con lo cual aparecen los obstáculos y es éste el momento donde la mayoría de las personas comienzan a dudar, a sentirse inseguros, con miedos y en definitiva, muchos lo dejan. Y aquí es donde se ve la diferencia entre los que llegan y los que no, porque cuando una persona tiene claro todo lo que he descripto hasta aquí, supera cualquier duda ante los obstáculos, sino que a estos últimos los considera grandes maestros, que el superarlos le harán más GRANDE y fuerte como persona, además de nutrirse de una buena inyección de energía para su autoestima.

Esto es como un escalador, que prepara su ascenso con un plan delineado de como lo hará, en que etapas deberá pararse a descansar, la comida que necesitará y los recursos para afrontar la travesía. No obstante sabe que en el camino encontrará condiciones adversas, las que no gustan pero con su motivación y energía por alcanzar el reto, le llevará a superarlas.

En tu camino pasa lo mismo, si tienes claridad en tus pasos, en tus acciones, alineado con tus valores y caminando hacia tu visión de vida, harás que los obstáculos te motiven para vencerlos, porque de ir superándolos estarás cada vez más cerca de tus sueños.

Por eso es muy importante que traces un plan y sobretodo que diferencies una etapa de la otra, además de los componentes que tendrá cada una. Más que nada para que controles la ansiedad y ciertos pensamientos, emociones, ya que si les das rienda suelta pueden acabar de un momento a otro con todo lo que habrás construido y recorrido hasta el momento.

Debes centrarte en cada momento, en cada etapa, no se puede lograr nada si te encuentras en la primera etapa de tu plan y vives pensando en que quieres estar en la quinta parte, en la cima ya y te pones nervioso porque eso no llega. Pues te diré que si estás así, el momento soñado no llegará nunca, es imposible lograr algo y que perdure sin haber completado todos los escalones.

Ya sé que tú lo quieres ya, pero esas prisas te las ponen a diario tus saboteadores para que te apartes del camino, escúchales menos y céntrate en lo que debes hacer cada día, sin distracciones, excusas, pensamientos negativos, etc…..porque si haces lo que sabes que debes hacer, con el tiempo te asombrarás de los resultados.

Recuerda que un buen plan, es el GUARDIAN de cada etapa.

 

 

 

 

Los expertos de la distracción

DistraccionesCuando buscamos algo diferente en nuestra vida, o tenemos ideas nuevas para poner en marcha o bien necesitamos queremos un cambio de ciclo, siempre suelen aparecer unas voces incómodas en nuestra cabeza para que no demos el salto. Estas nos infunden miedo, inseguridad, muchas dudas, nos bombardean la autoestima, para que no rompamos ese techo tan molesto que tenemos sobre la cabeza que nos impide subir de nivel.

Todos estos mensajes son obra de nuestros saboteadores, que nos recuerdan en todo momento nuestras creencias limitantes. Esto sucede porque ellos son unos auténticos guardianes de nuestros límites, odian profundamente que los traspasemos, con lo cual ante la menor tentativa de hacerlo, salen a escena rápidamente a interferir en nuestros planes de cambios.

A la hora de actuar suelen utilizar un arma muy potente para nosotros, que son las creencias limitantes. Estas en la mayoría de las ocasiones pulverizan nuestros aires de cambios, con lo cual los saboteadores se alimentan de ellas y buscan en todo momento recordárnosla para que no actuemos y además que no intentemos desterrarlas, porque si re programamos ciertas creencias ¡les haríamos mucho daño a ellos!.

Otra arma sutil que utilizan los saboteadores, son las excusas que ponemos a menudo para auto engañarnos, ya sea para no ponernos en acción o cambiar hábitos, ellos saben que utilizando ciertas creencias, les haremos caso para no actuar. Habitualmente esas creencias son mentira, pero sirven para auto engañarnos muchas veces y así escapar de la acción que nos lleva al cambio o a lo nuevo por conocer.

Todo esto nos aleja de nuestra ESENCIA y de los sueños que tenemos, pero todo se hace mucho más complicado cuando aparece nuestro Ego y nos dejamos arrastrar por él.

El problema de que el ego tome el mando de nuestras acciones, es que todas van enfocadas a buscar un reconocimiento y aprobación externa que no nos sirve para nada, porque cuando dependes de esto para estar bien, te garantizo que vivirás un auténtica “montaña rusa emocional”.

Dejar nuestra vida en manos del saboteador, las excusas, las creencias limitantes y el Ego, es una apuesta que nos llevará al encarcelamiento de nuestra ESENCIA y de todos nuestros sueños.

Por eso debemos aprender a gestionar a estas voces, debo decirte que no pueden eliminarse definitivamente, porque siempre están ahí y lamentablemente los tenemos incorporados. Lo que si podemos hacer es minimizarlos al máximo y el primer paso de esto es, identificarlos cuando entran en escena.

Una buena forma de practicar esto de identificarlos es; si te pones a observar dos personas discutiendo sobre cualquier tema, verás como en ambas partes lo que está ausente completamente es la ESENCIA, lo que predominan son sus saboteadores, sus egos, sus creencias limitantes y las ganas de vencerse mutuamente, no se busca crecer en ese debate y aprender algo nuevo, sino es imponer el Ego de uno sobre el otro.

Y me pregunto: ¿ganar una discusión sobre un tema que no depende nada de ti, qué beneficio le aporta a tu vida?.

Por eso es muy importante y desde mi punto de vista es elemental conocer tu ESENCIA (valores, visión, misión, pasiones), porque esto te ayudará muchas veces a que reconozcas si estás actuando tú o tu ego.

Cuando actuamos desde nuestro EGO perdemos “chispa”, autenticidad, desaparece casi toda la grandeza que tenemos, priorizamos lo superfluo o lo que tiene muy poca importancia para nuestros propósitos, nos encerramos, nos dedicamos a criticar, a volvernos negativos, buscamos confrontación y reconocimiento permanentemente.

Los saboteadores, las creencias limitantes, las excusas y el EGO son unos auténticos EXPERTOS de la DISTRACCION en el camino de tu felicidad. Y realización como SER.

 

 

 

¿En qué aspecto estás oxidado?

cadenas oxidadasA medida que vamos caminando por la vida nos vamos apegando y aferrando a creencias, métodos, formas, usos, se van dejando de lado talentos, habilidades y recursos muy buenos que cada uno tiene, con lo cual dejamos que se oxiden sin darnos cuenta.

También hay otros dos aspectos muy importantes que se dejan oxidar, estos son los pensamientos y emociones, porque al vivir siempre desde un enfoque de pensamiento, haces que te pierdas ver muchas maneras diferentes de pensar, resolver obstáculos y gestionar adecuadamente tus emociones.

Cuando una persona se siente estancada, frustrada, ansiosa, vacía con todo lo que hace, sin motivación, envuelta en una dinámica permanente de negatividad y siente el peso de su mochila cada vez más, es a lo que suelo llamarle: “ESENCIA oxidada por falta de uso”.

Quitarse el óxido requiere de un gran trabajo, con observar el proceso que se hace en un metal para limpiarlo te das cuenta la dedicación que se necesita, con lo cual imagina entonces lo que cuesta en una persona dejarla sin óxido….mucho esfuerzo.

 

El proceso de quitar el óxido en una persona la divido en la siguientes cinco etapas:

1-    Darse cuenta y aceptarlo

2-    Buscar los medios y estrategias para hacerlo

3-    Confiar en lo que debes hacer y ponerte en marcha

4-    Afrontar las dificultades y superarlas

5-    Vivir sin óxido

Ahora voy a explicar brevemente cada etapa pero creo que son bastantes claras de que se trata cada una.

La primera es una de las más difíciles y clave en todo esto, el darte cuenta que debes quitarte el óxido, descubrir en qué debes cambiar o re inventarte es algo que cuesta y una vez que finalmente has descubierto esto, debes aceptarlo algo que pesa mucho y más cuando creemos que el mundo está en nuestra contra, sintiéndote una víctima perfecta de la mala suerte.

Luego viene el paso segundo, moverte buscando cómo poder hacerlo. Existen varios medios, algunas pueden hacerlo solas y otros necesitan ayuda, pero lo importante es buscarlos para luego aplicarlos.

En tercer lugar llega una etapa fundamental y consta de dos palabras muy potentes: COMPROMISO y ACCION. Sin estos dos no hay forma de que te quites el óxido, se debe confiar en lo que vas a hacer, hay que tener constancia y dejar de lado a las excusas para ponerse en marcha por más que aparezcan los miedos, saboteadores, inseguridades y situaciones incómodas, recuerda que lo único que quedan en esta vida son los hechos y estos se logran con acciones.

La etapa cuarta es la que separa a la persona de quedarse oxidada o no, es un momento que después de haberte puesto en marcha aparecen las dificultades.

Cuando hay ciertas manchas de óxido que requieren de tu parte un esfuerzo extra para limpiarlas, es ahí donde aparecen las mayores tentaciones de abandonar el proceso.

Por eso es importante cuando aparezcan los obstáculos que pienses en todo el camino recorrido hasta esta etapa y que las dificultades son parte de todo esto, con lo cual superarlas te harán más fuerte.

Finalmente llegamos a la quinta etapa, la de disfrutar el logro conseguido, con tu nueva versión sin óxidos pero este momento requerirá de estar atentos, no dormirse en el logro y mantener lo más limpia posible tu ESENCIA para que no vuelva a oxidarse.

Ten en cuenta que en cada momento de nuestra vida siempre corremos el riesgo de que se oxiden algunos pensamientos y emociones, pero si actúas rápido ese óxido desaparece pronto, en cambio si no prestas atención y dejas que crezca la oxidación, a medida que pase el tiempo pueda que el querer quitarlo se convierta en una misión casi imposible.

Y entonces…..¿En qué aspecto estás oxidado?.

¿Cuánto pesa la mochila que cargas a diario?

turista-mochileroEl pasado fin de semana volví a ver una película que me gusta mucho por todo lo que me transmite, se llama “Up in the Air” cuyo protagonista es George Clooney e interpreta un personaje muy interesante para mi.

Una de las escenas que más me gustan, es cuando se pone delante de un grupo de asistentes en su curso de formación y les hace una pregunta muy simple: “¿Sus vidas cuánto pesan?”. Luego les invita a imaginar que tienen una mochila sobre sus hombros y que comiencen a cargarla de todo lo que tienen.

Durante nuestro día a día cargamos con una mochila sobre nuestros hombros, no nos damos cuenta del contenido, lo único que sentimos es que a veces pesa más, otra veces disminuye su peso y en otras ocasiones no podemos avanzar debido a la enorme cantidad de cosas que van dentro.

¿Qué contenido puede tener esa mochila?, allí dentro puede haber ¡de todo!.

Si comenzamos a ver lo que hay dentro podemos encontrar emociones intoxicadas, hábitos caducados, cosas materiales que ya no nos sirven, creencias caducadas, amistades que nos contaminan, relaciones por compromiso, trabajos que no se abandonan por miedo a lo desconocido, frustraciones y algunas cosas más que vengan a tu cabeza ahora mismo.

El contenido que lleva cada uno en esa enorme y pesada mochila la defino en una sola palabra, APEGOS. Eso es lo que llevamos, porque nos cuesta enormemente desapegarnos de un montón de objetivos materiales, emociones y pensamientos.

Creemos que si vaciamos la mochila llena de apegos, nos vamos a quedar solos, inseguros y no sabremos hacia donde ir. Pero si te das cuenta que cuanto menos peso lleves en la espalda, caminarás mejor, sufrirán menos tus hombros y columna, tendrás despejada la mente, caminarás erguido y tendrás la mirada bien alta. En cambio con la pesada mochila vas encorvado, de mal humos, cansado, dolorido, la mirada muchas veces perdida, extasiado……….

Cuando caminas los días de tu vida con la mochila cargada de apegos sobre tus hombros no eres libre para volar, primero porque con ese enorme peso es imposible que despegues y segundo si ésta se te pega a la espalda con el pasar de los años, quitártela de encima te será bastante complicado, con lo cual estarás condenado a quedarte atornillado al mismo lugar de siempre, porque a medida que pases los días con esa enorme carga, cada vez te costará más dar los pasos.

Los apegos suelen relacionarse con los objetos materiales, pero considero que estos simplemente son una máscara.

Los verdaderos y más complicados apegos vienen desde los pensamientos y emociones, cuando no crecemos y reprogramamos esto, la mochila se convierte en más pesada y además comienza a aumentar considerablemente su tamaño.

Las creencias limitantes y los hábitos caducados, son elementos comunes dentro de la mochila como también lo es la resistencia al cambio. Negar la necesidad de esforzarte para reprogramarte genera un peso brutal sobre tus hombros.

Otros elementos muy pesados que suele haber en las mochilas de las personas son querer controlar todas las situaciones, no tomar decisiones y dejarlo en manos de las circunstancias para que ella haga lo que quiera, culpar a la mala suerte cuando no salen bien las cosas, esperar que el mundo cambie para ponerte en acción así todas las condiciones del planeta y universo cósmico están a tu favor con el 100% y así tener la seguridad de que todo saldrá excelente sin nada de esfuerzo.

También el no romper con lo conocido cuando aburre y te molesta es una enorme carga para tu mochila, porque esto genera frustración y mediocridad para la vida, con lo cual la grandeza que llevamos dentro cada uno, se va oxidando.

Todos por una cosa u otra llevamos una mochila sobre nuestras vidas, lo importante es saber que cosas pesan más, ver cómo nos la quitamos de encima y resolver cómo podemos hacer el camino más ligero para movernos con libertad y volar sin cargas hacia nuestra PLENITUD.

Vivir en tierra de nadie

Medio del desiertoDurante nuestra vida vamos transitando varias etapas, hay momentos en donde creemos que vamos bien pero al mismo tiempo, a veces sentimos como un pequeño vacío, es una señal muy sutil indicando que nos estamos desconectando de nuestra ESENCIA por más que el ambiente exterior sea favorable.

Cuando los resultados externos no son los esperados o no nos llenan demasiado, comenzamos a frustrarnos, a sentirnos ansiosos, estresados, irascibles, disconformes, nos quejamos bastante, etc….. Esto nos hace llegar a una situación en que nos damos cuenta de la necesidad de cambios.

Ante esto comienza una etapa de descubrir que está pasando, cuál es la razón por la que no vivimos a gusto. Al principio se busca las causas en los acontecimientos externos, pero estos por más que cambiaran no resolverían el verdadero problema, el cual tiene su raíz más profunda en el interior de la persona.

Aquí surge la primera diferencia entre las personas que logran un cambio, muchos seguirán buscando respuesta en el exterior, encontrarán soluciones pero serán transitorias, con lo cual se pasarán el resto de su vida así. Otros en cambio se darán cuenta que el cambio debe venir de ellos mismos, que es descubrir y explorar su interior.

Estos últimos cuando empiezan a recorrer el camino que implica adentrarse en su interior, para descubrir lo que necesitan hacer de modo que puedan reconectarse con su ESENCIA, se produce dos tipos de grupos. El primero saca su valentía a flote y acepta transitar el camino del cambio por más que eso les genere mucho dolor y esfuerzo en hacerlo, porque saben que el premio es demasiado grande.

El segundo grupo (y en este me voy a centrar hasta el final del post) al ver lo que deben hacer para provocar el cambio y dejar de depender de las circunstancias, deciden cancelar el billete del viaje y se quedan esclavizados en el reino de sus saboteadores y creencias limitantes.

El gran problema de esto no es decidir no cambiar porque se está a gusto con la vida en el reino de los saboteadores, sino que no se da el paso por el miedo, la incertidumbre y el tener que comprometerse para romper con hábitos tóxicos y creencias caducadas. Con lo cual este grupo de personas comienzan a vivir su vida en lo que llamo “vivir en tierra de nadie”.

¿Qué quiero decir con esto de “vivir en tierra de nadie”?, es cuando se vive la vida en una auténtica dualidad, traducido al famoso “quiero y no quiero”, porque vivir en reino del ego, saboteadores y creencias limitantes te harán estar en un sitio que has elegido por miedo y no porque te conviene. Además en tu cabeza e interior estará constantemente presente el sueño de cómo te gustaría vivir, porque ya sabes interiormente que para alcanzar tus metas debes romper con ese reino y si no lo has hecho es porque el miedo y las excusas te tienen atrapado.

Una vez que una persona descubre lo que debe hacer para cambiar y dar la vuelta a la situación pero no lo hace por sus dudas y miedos, ese es el momento en donde comienza a “vivir en tierra de nadie”, porque se produce una dualidad en su vida, la razón va por un lado (esclavizada por los saboteadores, creencias limitantes y egos) y la ESENCIA por otro, con lo cual cuando se produce esto es imposible desarrollar todo el potencial.

Para cambiar y sentirte pleno es necesario si o si romper y reprogramar las creencias limitantes, si no es así, se vive en ese famoso “quiero y no quiero”. Vivir desde esta perspectiva es muy frustrante, porque te sientes impotente, atado, muy limitado, es como tener una carga de 100 kg. en tu espalda todos los días.

Lograr REconectarte con tu ESENCIA es difícil y complicado porque se necesita mucho esfuerzo, compromiso y valentía, pero hacer el camino te llevará a una recompensa muy grande. En cambio “vivir en tierra de nadie” porque el miedo te tiene allí y no porque tú lo has decidido, es estar en medio del desierto esperando que aparezca un OASIS sin moverte.